Triques
El llanto en público desempolvó la imagen de Patricia Mercado, donde la burocracia de su partido, Movimiento Ciudadano, la mantenía como parte del inventario. Ahora, gracias a la participación dramática previa a la entrega de los óscares, se convierte en posible candidata a la Presidencia de la República en 2024, por ese partido.
Movimiento Ciudadano decidió no competir en las elecciones de Coahuila y el Estado de México por miedo a perder su registro, ya que solo cuenta con la imagen fuerte de Luis Donaldo Colosio Riojas, y en los comicios de junio, simplemente pasaría inadvertido. El pretexto fue la creación de posibles alianzas con Morena de parte del PRI, lo cierto es que las figuras fuertes de ese partido se diluyen rápidamente, como es el caso de Samuel, quien lejos de beneficiarse con la llegada de Tesla a Nuevo León, lo aisla del resto del país, su inmadurez como político y su ambición como funcionario público, lo muestran como un localista más fanático de su territorio.
Es decir, a los mexiquenses que tenían la intención de votar a favor de MC, quedarán plantados, serán burlados y hacen evidente que no son importantes para el partido con el que simpatizan. Se olvida MC que vive de las simpatías de la población y no del robo de las prerrogativas.
El desgaste en ese partido llega a tal grado que deben subir a la contienda por la candidatura a la Presidencia dela República a Patricia Mercado, aunque sea sólo para mostrar una multitud con gente que no puede ni debe competir como es el caso de ella, Zepeda, Dante o cualquier otro militante de ese partido en decadencia.
La dramática experiencia de la elección extraordinaria en Tamaulipas donde quedó prácticamente fuera MC, aparentemente por voluntad propia, fue una advertencia sobre la imposibilidad de jugar con cualquier carta que no sea Colosio Riojas, con el peligro de que esta figura también se desvanezca entre sus adicciones y la inmadurez.
Ahora MC no quiere juntarse con nadie para mostrar una pureza que puede allanarle el camino a Ricardo Monreal, en caso de que la frágil imagen de Colosio Riojas, se desmorone, que es lo más probable, porque no puede llegar a niveles políticos que no ha podido siquiera entender, menos aún teniendo como u único argumento la franquicia de su apellido. De no deteriorarse la imagen de Colosio, por sí misma, el propio ex gobernador zacatecano podría encargarse de ese detalle para ocupar la candidatura a la Presidencia por el partido naranja.
Las elecciones del Edomex, en poco mayor dimensión que las de Coahuila, podrían deshacer la alianza opositora o consolidarla, esto último pareciera difícil ante el panorama que incide en esta unión el juicio a García Luna, y la simulación de distanciamiento del caso de personajes como Santiago Creel y Margarita Zavala, cuya permanencia en ese partido, lo perjudica más que beneficiarlo.
Movimiento Ciudadano tiene planes en circunstancias que están fuera de su control como es el hecho de adoptar a los perredistas, una vez que su partido desaparezca; o la permanencia de la imagen de Colosio Riojas: o el desgaste del PRI o el PAN en las elecciones del 4 de junio, o los apoyos que pueda conseguir Monreal a cambio de la adopción de su orfandad. Es decir, el trágico futuro de MC se ubica en un águila o sol.
Movimiento Ciudadano es un partido anodino en lo ideológico, híbrido en el origen de sus militantes, estrambótico en su dirigencia, anacrónico en su discurso, infractor en sus líderes. No aporta nada al escenario político y menos aún, al panorama del sistema de partidos. Es prescindible totalmente, sólo sirve de trampolín para el lucimiento personal de algunos. Debería renunciar a su registro y dedicarse a otra cosa. Tiene la obligación de competir en las urnas. No es un juego de matatena donde se le dé la opción de jugar o descansar, menos aún cuando se han recibido más de 100 millones de pesos destinados a la campaña de las elecciones en el Estado de México, que no serán utilizados por Movimiento Ciudadano, ni se regresarán al INE.
La crisis en la oposición se agudiza, el oscuro pasado de sus partidos integrantes y sus personajes destacados pesa más que la posible claridad de un futuro ganador en las urnas. Incluso puede hablarse no sólo de derrotas electorales sino de desaparición de más de uno de esos organismos.
