El gran negocio del neomorenista fueron los vicios, a costa de sumir a Kanasín en el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución.
En el trienio de Carlos Moreno Magaña, como presidente municipal de Kanasín del 2015 al 2018, proliferaron los vicios, la descomposición social, la clandestinidad del alcohol, y la prostitución, sumiendo a la comunidad en un sitio, en el que la familias temen salir por las noches.
Solo en Moteles, con una población de 140 mil habitantes, la comunidad cuenta con nueve de ellos, al menos tres de ellos, se instalaron en el sexenio de Moreno Magaña. Convirtiéndose en el segundo municipio con la mayor proliferación tanto de moteles, como de bares clandestinos, prostitución y narcomenudeo en tan solo tres años.
El giro negro se convirtió en la principal fuente de ingresos del ex priísta, y ahora morenista, como consta en la solicitud de transparencia, asentada ante el INAIP, en donde un ciudadano, solicitó el detalle de número de expedición de licencias de ventas de alcohol, centros nocturnos, entre otros negocios del ramo. Recibiendo por respuesta por parte de Moreno Magaña, qué tal información es “confidencial.
También se negó a reportar los ingresos obtenidos por permitir el ingreso a la ciudad de esos giros. Lo mismo con la prostitución, pues basta con navegar buscando servicios de masaje en l web; o bien en algunos medios impresos para encontrar el servicio de prostitución disfrazado de casa de masaje en la comunidad.
Ni Umán, ni Hunucmá ni Conkal, en la zona metropolitana a Mérida, tienen el grado y número de oferta en moteles, centros nocturnos, y cantinas. Muchos de estos operaron de forma clandestina durante el mandato de Carlos Moreno Magaña; con la permisión únicamente bajo “moches” de gran remuneración, con los que Moreno Magaña y su gente se llenaron las bolsas de dinero.
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