Desastres naturales, pero sin Fonden
Están a la orden del día los desastres naturales, pero sin Fonden.
A las 21:57 horas de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un mensaje a través de sus redes sociales de lo que había sucedido instantes antes:
A 14 kilómetros de la ciudad de Acapulco, Guerrero, de acuerdo al ser vicio sismológico nacional, se registró un sismo magnitud 7.1.
El temblor dejó a gran parte de Acapulco y otros municipios aledaños, en el sureste de esa región, con fuertes sacudidas.
También sin energía eléctrica, sin comunicación celular y con daños en estructuras de casas particulares.
Los damnificados de un sismo que también vivieron en Ciudad de México aun se desconocen.
Pero los videos de personas afectadas comienzan a emerger a través de las mismas redes sociales.
Minimiza los hechos
El mensaje del presidente, sin embargo, minimiza los daños que un sismo de 7.1 puede hacer en las viviendas de los mexicanos en las zonas afectadas.
Estas fueron las palabras de López Obrador:
“Les informo sobre el temblor con epicentro en Acapulco, Guerrero, afortunadamente no hay daños mayores, piedras caídas de bardas.
“Lo mismo en Morelos, no hay daños en Oaxaca, no hay daños en Puebla, no hay daños graves en la Ciudad de México.
“El General Sandoval, secretario de la Defensa, ha hecho una consulta, una revisión en todas las zonas militares.
“Y ese es el reporte que se tiene. Afortunadamente no hay daños graves; hablé también con la jefa del gobierno de la Ciudad de México.
“Con el gobernador de Oaxaca, con el de Guerrero, de Puebla y es el mismo reporte.
“Afortunadamente no tenemos hasta ahora ninguna información sobre pérdidas de vidas humanas. Eso es lo que puede informarse”.
Se refiere, al menos así lo da a entender, a que no hay daños en las instalaciones militares y que los gobernadores, a una hora de sucedido el sismo, le reportan que de igual manera no hay daños.
Persisten lo desastres naturales, pero sin Fonden.
En México persisten los desastres naturales, pero sin Fonden.
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Sin compromiso
No hay en el mensaje del presidente López Obrador un compromiso para quienes puedan resultar damnificados de este sismo, en ningún Estado, en ninguna ciudad.
Como no ha habido en el caso de las afectaciones de los huracanes, que en las últimas tres semanas han dejado daños:
En carreteras, puentes, propiedades públicas y privadas, y de miles de damnificados en estados como Veracruz, Yucatán, Sinaloa, Quintana Roo, Jalisco, Estado de México.
Así como las terribles inundaciones en Hidalgo, en Tula, donde la noticia más notoria no fueron las casas, las carreteras o los puentes colapsados e inundados.
Pero sí lo fue la muerte de 17 pacientes que se encontraban en un hospital que se inundó.
El huracán “Ida”, aunque afectó la costa de los Estados Unidos, dejó terribles daños en el Golfo de México.
Para ser precisos, cerca de la zona del vecino país, con el derramamiento de petróleo.
El Huracán “Grace” hizo estragos en Quintana Roo y Yucatán, afectando importantes ciudades para el turismo de la región.
El mismo fenómeno meteorológico arrasó con casas, calles, puentes, carreteras y lo que encontró a su paso en Veracruz.
De hecho, en ese Estado se registraron al menos nueve muertes por deslaves e inundaciones, con daños en por lo menos 28 municipios.
Sin embargo, a los damnificados, en aquel momento, el presidente López Obrador les dio el pésame por los perecidos y el esperanzador “no están solos”.
Pero esto aun no se les materializa a los damnificados, que están a la espera de que “el Gobierno Federal mande apoyos”.
Lamentablemente, los gobiernos locales no pueden o no tienen.
“Nora”
Días después el huracán “Nora” hizo desastres, particularmente en Sinaloa y Jalisco.
Los videos descargados en las redes sociales mostrando como se colapsaron puentes que conectaban poblados o como se desplomaron casas.
Autos fueron arrasados por las corrientes de agua, estos videos también inundaron las redes sociales.
En Culiacán hablaron de cientos de familias damnificadas, 950 aproximadamente.
El alcalde, el morenista Estrada, hacía votos para que la zona fuese declarada como emergencia nacional y se activaran los apoyos por parte del Gobierno de la República.
En Sinaloa la tragedia de “Nora” llegó hasta El Quelite, a la Elota, a Mazatlán, El Dorado.
Mientras, en Jalisco afectó poblados como Corrales, Pizota, Quimixto, Las Ánimas, municipios como Tlaquepaque, Zapopan y la zona de Miramar.
Entre todos, los damnificados también llegaban a las mil familias.
De acuerdo al gobernador Alfaro, requerirían unos 500 millones de pesos.
Esta cifra sólo para reconstruir y ayudar a vivir de manera digna a quienes perdieron parcial o totalmente su patrimonio.
Ya no hay Fonden
Lamentablemente no llega el dinero.
Lo siguen exigiendo en Veracruz y en Yucatán, en Jalisco y en Sinaloa.
Y ahora el sismo de 7.1 grados complica más la situación de los desastres naturales en el país, a los miles de afectados por los huracanes (que aun no terminan), o las inundaciones, se sumarán aquellos que ven su patrimonio dañarse por el temblor.
Y la ayuda no llega porque ahora se entrega, se reparte desde el centro del Gobierno de la República.
No hay un sistema para reaccionar de manera rápida ante los desastres naturales.
Lo anterior porque el 28 de julio de 2020, a iniciativa de la Presidencia de la República, la Secretaría De Hacienda y Crédito Público, desapareció el Fonden (Fondo Nacional para Desastres Naturales).
Cabe recordar que el Fonden fue creado por el presidente Ernesto Zedillo en 1997.
La intención era apoyar a los damnificados y la reconstrucción de la infraestructura vial, urbana y rural.
El Fonden era un instrumento financiero que administraba el Sistema Nacional de Protección Civil.
El objetivo era apoyar luego de desastres naturales como huracanes, ciclones, terremotos y otros.
En cuanto se activaba la emergencia nacional comenzaban a fluir los insumos para la gente.
Desde lo más básico como enseres domésticos, materiales de construcción, despensas, agua, vestimenta, cobijas.
Hasta la reconstrucción de la infraestructura dañada, fuese en carreteras, caminos, puentes, desniveles, edificios.
No le pareció el Presidente
Pero el presidente López Obrador pensaba, y acaso lo sigue pensando, que el Fonden era la “caja chica” de la clase política mexicana.
A esta, a él le gusta calificarla como conservadora, sea del PRI, sea del PAN o de cualquier partido.
Que hacían negocio vendiendo insumos a precios caros para estos ser adquiridos como los recursos del Fonden y entregados a la población.
Y quizá sí, es probable que eso haya sucedido, pero nadie entregó en momento alguno una auditoría.
Concisamente, una auditoría para conocer de los excesos, el abuso y el provecho que sacaban los políticos del pasado.
Es decir, los supuestos abusos perpetrados a programas como el Fonden, de fin noble y solidario.
Nadie está en la cárcel por vender con sobreprecio o por quedarse con el dinero de los damnificados.
O vender despensas o lucrar con la desdicha del mexicano afectado. Nadie. Al parecer no hubo investigaciones para deslindar responsabilidades.
Como tampoco hubo estudios para hacer eficiente y transparente un fondo que, evidentemente, sí tenía un buen objetivo:
Ayudar de manera inmediata a los damnificados.
EL presidente López Obrador no es dado a enderezar programas, prefiere desaparecerlos, aunque en ello se afecte a una parte de la población.
El Fonden estaba compuesto de tres fondos:
El revolvente Fonden de la Secretaría de Hacienda, el fondeo del ramo 23 del presupuesto de egresos de la federación.
Y, finalmente, el fideicomiso Fondo de Desastres Naturales.
Los tres se acabaron. El recurso que ahí se encontraba fue integrado a la Tesorería de la Federación.
Cuando decidieron desaparecer el Fonden justificaron que establecerían un nuevo sistema de apoyo para desastres naturales.
Pero no se ha aprobado la Ley general de gestión integral de riesgos y protección civil.
Éste dictaría las nuevas reglas para entregar ayuda a los estados afectados por desastres naturales.
Hoy día, los damnificados de los huracanes “Grace”, “Nora”, de las inundaciones en el centro del país, y ahora del sismo del 7 de septiembre en Acapulco, siguen esperando.
Están esperando la actuación del Gobierno Federal, para que les envíe el apoyo.
Pero este simplemente no llega, y cuando lo hace es a cuenta gotas, como las visitas del Presidente a las zonas afectadas,
Eso sí, en esos momentos López Obrador aprovecha para hacer más promesas de las que ya hizo a la población.
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