Yucatán no se coció aparte
Por Adrián Arévalo
En la política no hay sorpresas, solo sorprendidos, también es cierto que la democracia no es precisamente un ejercicio de inteligencia o reflexión profunda y los yucatecos, sobre todo de Mérida, fueron quizá los más sorprendidos cuando ayer amanecieron con la noticia de que Joaquín Díaz Mena, “Huacho”, será el próximo gobernador de Yucatán, dejando en el camino por 8 puntos de ventaja al candidato Renán Barrera.
Todas las encuestas daban como ganador al abanderado Panista, , otra declaraban un empate técnico y las menos daban la victoria por un margen estrecho a “Huacho”.
La jornada electoral se realizó con incidentes menores, pero si con retraso de horas ya sea por falta de insumos o porque los funcionarios de casilla no se presentaron y tuvieron que improvisar, personalmente llegué a la casilla de la Unión Ganadera a las 8 de la mañana y voté hasta las tres de la tarde.
Y parece que fue un fenómeno en todo el estado pues hasta las 10.30 de la mañana apenas habían comenzado a operar el 68.2 por ciento de casillas.
El error quizá más grande que cometió el PAN fue el hacer efectivo el viejo y conocido refrán de “candil de la calle, obscuridad de su casa, pues, Yucatán no es sólo Mérida, Puerto Progreso o Chichén Itzá, Yucatán tiene 106 municipios los cuales habían sido más que olvidados durante el PAN y en el peor de los casos, pisoteados por la gentifricación promovida por el gobierno.
Además, Morena se hizo de 16 diputados al congreso estatal y cinco diputados federales en Valladolid, Progreso y los distritos tres y seis con sede en Mérida y Umán, dejando uno solo para la ahora oposición, el distrito 4 con sede mayoritariamente en el norte de Mérida, tradicional bastión panista.
Vamos por partes, Yucatán es mucho más que Mérida, pero quienes viven en la capital dieron por un hecho que la candidata aliancista Cecilia Patrón era la ganadora de la elección para la capital y así fue, pues a parte de la tradición panista de la capital, su contendiente Rommel Pacheco, no lo querían ni los propios Morenistas, quienes en este caso hicieron voto diferenciado, como se pudo observar en las diferentes casillas, donde triunfó Morena, pero el voto para la capital, fue para Cecilia.
De los 106 municipios de Yucatán, 63 se lo llevaron el PAN, PRI, PRD, NAY y MC, individualmente y en alianza.
Morena, PT, PVEM solo lograron hacerse de 43 municipios. Sin embargo se llevaron municipios importantes como: Valladolid, Tizimín y Progreso.
En cuanto al Senado los triunfadores fueron Verónica Camino Farjat, Jorge Carlos Ramírez Marín y Rolando Zapata Bello.
Los yucatecos hablaron y no vieron con buenos ojos la inversión foránea y el choque cultural provocado por el “boom” inmobiliario que trajo a decenas de miles de foráneos, nacionales y extranjeros, los yucatecos optaron por alguien conocido, que mantuvo su convicción de ser gobernador, que renunció al PAN, para sumarse al proyecto tetratransformista.
La marea guinda por fin se quedó con la joya de la corona, con el diamante que le faltaba con uno de los últimos bastiones panistas.
Así queda más o menos definido el mapa político de Yucatán, donde hubo más sorprendidos que sorpresas, donde quedó claro que Yucatán, no se cuece aparte.
La mejor de las suertes para el gobernador electo, porque si a “Huacho” le va bien, a Yucatán le irá mejor.
¡Tak sáamal!