La simulación de la imposición
Al fin, los resultados de la encuesta “gansito”, donde el pueblo bueno y sabio, se volcó en una ola participativa, que rompió todos los récords del INE, para dar un rotundo “sí” a la reforma Judicial de López, con un 81 por ciento de aprobación.
Así es, antes de tomar el poder, la candidata ganadora, ya está organizando encuestas y haciendo las mismas cosas que hizo AMLO con su antecesor, con el implícito acuerdo de impunidad incluido.
La encuesta fue realizada en viviendas a nivel nacional por la Comisión de Encuestas de Morena, así como las firmas privadas Enkoll y De las Heras. En ella se establecieron preguntas relacionadas a si habían escuchado sobre esta iniciativa impulsada por el presidente López Obrador; si consideraban que jueces, magistrados y ministros debían ser elegidos por voto popular; si pensaban que hay corrupción en el Poder Judicial y si están de acuerdo en la creación de un órgano independiente para vigilar a los jueces.
Las encuestas no son bajo ninguna circunstancia regulada por metodologías legalmente admitidas, no son científicamente válidas, solo para la manipulación política.
Nadie, ni siquiera el más iletrado del país, diría que no, entonces vienen los números que son realmente apabullantes, 80 por ciento de los entrevistados considera necesaria una reforma al Poder Judicial, el 70 por ciento considera que jueces, magistrados y ministros deben ser elegidos por voto popular. Además, cerca del 40 por ciento considera que hay corrupción en dicho poder.
Los titulares de los medios afiliados y alineados al régimen, celebran la encuesta, incluso dicen que “ciudadanos avalan reforma” aplanando el terreno para lo que viene.
Entonces hágase la reforma, como antes se hizo con el aeropuerto de Texcoco.
Es así que con la muestra de poco más de 3 mil mexicanos, el régimen avala su deseo de reventar el poder judicial.
Las encuestas fueron de tres casas diferentes, Enkoll entrevistó a mil 202 personas mayores de 18 años cara a cara entre el 14 y 16 de junio, De las Heras entrevistó a mil 195 personas con las mismas características, y la Comisión de Encuestas a mil 458 personas.
Porque dentro de su universo de 3 mil mexicanos, el 50 porciento no sabe de qué va la reforma.
Ahora viene la simulación del parlamento abierto, que son consultas con especialistas, académicos, empresarios y todos los que tengan algo que decir. Serán escuchados.
Peeeeero no implica que sus observaciones o propuestas sirvan para modificar lo planteado por López Obrador.
Entonces por si a alguien le quedaba alguna duda sobre el porqué realmente va la reforma, pues espero que no quede ninguna.
Así que, no importa lo que realmente pensemos, los que no sabemos nada, los que saben muchos, los que seremos afectados por la concentración máxima del poder, la simulación, la difusión, la propaganda seguirá, mientras siguen lamiéndose los bigotes porque el poder judicial está a punto de caer en manos del régimen.
Veremos cómo va a continuar la simulación de la imposición.