“No hay sorpresas, sí sorprendidos”
El Juglar de la Red
En este México surrealista, donde ahora los panistas piden que los militares vuelvan a los cuárteles y en Morena pugnan por militarizar la vida nacional, es necesario precisar que si bien el Presidente Andrés Manuel López Obrador propuso hace poco más de una semana que la Guardia Nacional se integre totalmente a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), eso no es una ocurrencia, en todo caso es una acción establecida en el proyecto de reorganización de la SEDENA.
En mayo del 2021, esa Secretaría planteó lo que sería su reestructuración y la dividió en dos etapas.
La primera consistía en la creación de la Comandancia del Ejército Mexicano, también se consideró la reestructuración de los órganos administrativos de la SEDENA.
La Segunda parte o etapa, considerada la incorporación de la Guardia Nacional como Fuerza Armada.
Por un lado está la parte correspondiente a la Administración Pública Federal (parte administrativa) y por el otro lo correspondiente a las Fuerzas Armadas (parte operativa) donde, según el proyecto presentado al presidente López Obrador, se ubican: la Comandancia del Ejército, la Guardia Nacional, la Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), los Mandos Territoriales y la Inspección del Ejército.
Todo indica que la primera etapa se cumplió en su mayor parte y por ello ahora se avanza a la segunda etapa.
En esta parte la Guardia Nacional pasa a formar parte de la estructura de la SEDENA y tiene el mismo nivel que el Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea, los Mandos Territoriales, aclarando que la Defensa Nacional ya ejerce la coordinación operativa de la GN, pero no la ´parte administrativa.
El tema lo destapó el Presidente de la República hace apenas unas semanas, desde entonces existe una andanada de opiniones a favor y en contra. Los que antes pedían que los militares volvieran a los cuarteles son ahora los promotores de que sigan en las calles y la oposición que los sacó a las calles, ahora los quiere de vuelta en sus bases operativas.
Lo que llama la atención es que el proyecto no es para nada nuevo, data desde mayo del 2021; sin embargo a la oposición le pasó de noche y desde el gobierno federal en lugar de socializarlo y “cabildearlo” para evitar suspicacias lo mantuvieron bajo una estricta reserva.
Todavía se desconocen muchos aspectos de ese proyecto de reestructuración, se ignora el alcance y las motivaciones que lo alientan, pero es innegable que está en proceso y paulatinamente se ha cumplido con la disciplina que caracteriza al Ejército.
El asunto no es de menor importancia y para los altos mandos militares representa un paso muy importante para estar al nivel de lo que indican las tendencias de las fuerzas armadas del mundo; sin embargo, en este caso, lo que ha polarizado las opiniones es la forma como el Presidente López Obrador lo planteó.
El debate también implica la parte política donde el cuestionamiento principal es la congruencia entre lo que el propio Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores pregonaban en el pasado y como esa argumentación cambió de manera radical para justificar que ahora se haga todo lo contrario.
Pero si se cuestiona al presidente López Obrador por la incongruencia, también debe cuestionarse a la oposición que fue omisa y ni siquiera se enteró, ni se ocupó por conocer los detalles del proyecto de reestructuración de la SEDENA, que si bien puede considerarse un proyecto reservado, no es secreto y en ese punto es momento que ni siquiera existe una comisión legislativa que se ocupe de estudiarlo y considerar la posibilidad de llamar al alto mando del Ejército para que se expliquen los alcances de ese plan.
Un documento que existe desde hace 15 meses y que la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados desconoce, sea porque se lo ocultaron o porque lo tuvieron pero no revisaron, es un acto de omisión que ahora parece se quiere subsanar solamente con posturas políticas.
Lo cierto es que ni la SEDENA explica la importancia estratégica de este plan y a la oposición solamente le importa la raja política que se puede sacar sobre el tema.