“Claro mensaje ciudadano hacia la 4T”
Emporio
“¡El INE no se toca!”, ¡Yo defiendo al INE!”, “¡México, México!”. En Yucatán y el resto del país fueron las voces emanadas de la garganta de miles de ciudadano que el domingo salieron a defender al Instituto Nacional Electoral (INE).
El mensaje al gobierno federal fue claro. Los ciudadanos se organizaron y salieron a las calles a expresar su sentir frente a la Reforma Electoral que busca cambiar al organismo electoral federal antes de la elección presidencial de 2024.
A nivel país, en algunas ciudades se registraron conatos de enfrentamiento ocasionados por la polarización política que ha generado el tema, auspiciado generalmente por el propio presidente, López Obrador. Aquí en Yucatán, en Mérida para ser más exacto, los ciudadanos llegaron desde antes de las 9 de la mañana, estuvieron puntuales para manifestarse a favor de la defensa del INE.
De manera pacífica ciudadanos y dirigentes empresariales hicieron acto de presencia al encadenamiento humano, los asistentes se entrelazaron alrededor del edificio del INE, en la colonia México, en rechazo a la propuesta federal de cambiar al árbitro electoral de tajo.
Dejaron en claro que no están defendiendo a Lorenzo Córdova y demás consejeros, sino a la institución electoral, al final los actuales consejeros se van por ley el próximo año, se “encadenaron” para defender la institución y lo que representa para los procesos electorales democráticos que tanto sudor, lágrimas y dinero les han costado a los mexicanos.
Los ciudadanos rechazan que se pretendan cambiar las reglas del juego a unos “minutos” antes de que arranque el proceso electoral 2024, que los consejeros que por Ley se tienen que ir el próximo año, sean electos por el voto popular, a como se plantea en la Reforma Electoral, método que no garantiza que lleguen los más preparados en el tema de las elecciones y la democracia, para mayor ejemplo, en el congreso local hay diputados que simplemente no tienen nada qué hacer, pero llegaron por el voto popular.
Por ello, el mensaje fue claro. El INE es perfectible y se pueden llegar a los consensos para su modificación, pero sin el agandalle, sin que los cambios vayan en reversa, se trata de perfeccionar lo que ya se tiene, no regresarlo al pasado, al organismo electoral que dependía de los hilos del Gobierno en turno. Regresar al pasado a nadie le conviene, sobre todo cuando las elecciones en México tienen un largo historial.
Debe recordar Andrés Manuel López Obrador, que la chispa que lo llevó años después a la presidencia de país fue producto de una elección fraudulenta allá en 1988, cuando el movimiento democrático nacional se empezó a gestar y que junto a otros dirigentes nacionales opositores acusaron al modelo electoral de corrupto, espurio, antidemocrático y amañado. A ese modelo es al que México no debe regresar y el domingo los ciudadanos le recordaron al actual régimen que por ningún motivo lo permitirán.
Desde el gobierno federal se tiene esa medición de la participación ciudadana ya no tan a favor del movimiento del caudillo tabasqueño. Eso les preocupa puesto que no tienen asegurado un triunfo para el 2024, el enojo ciudadano por todo lo que han quedado a deber, ahí está el precio de la gasolina, el mal manejo de la pandemia de Covid-19, las escuelas de tiempo completo, el desempleo y el nulo crecimiento económico.
Es de sabios cambiar de opinión y seguramente desde Palacio Nacional ya se deben estar tomando las medidas necesarias para rencausar sus estrategias. El mensaje fue claro, no deben de menospreciar y caer en lo que han hecho desde que llegaron al poder, menospreciar y ningunear las críticas. Deberán de darle una lectura inteligente a lo que pasó este domingo en las principales ciudades del país y la capital mexicana. Están a tiempo de pasar a la historia realmente como el modelo convertidor de la Cuarta Transformación que garantice instituciones democráticas y autónomas, y no como la 4T esa que dividió al país entre chairos y fifí.