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ORACIÓN “Basileo Eliseo: ¡El Padre Santísimo Te ha llamado a las mansiones eternas!”

ORACIÓN “Basileo Eliseo: ¡El Padre Santísimo Te ha llamado a las mansiones eternas!”

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ORACIÓN “Basileo Eliseo: ¡El Padre Santísimo Te ha llamado a las mansiones eternas!”

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

¡El Padre Santísimo Te ha llamado a las mansiones eternas! En esta feliz alborada, Te saludamos, Padre Santísimo, y con decisión firme, ¡dejamos nuestro lecho para salir a Tu encuentro!

En esta tierra del sol, hace frío, ¡mucho frío! Pero, así como los tiempos cambian, también nuestro panorama nos sorprende. Ayer, fue llamado por Ti, Tu hijo Basilio Eliseo García Millán.

No dudamos que la partida sea hermosa, pero el desenlace, ese momento en el que libramos “la última agonía”, la última batalla”, el espíritu vuela hacia Ti,

nuestra alma se desprende del cuerpo y es acompañada por los santos ángeles a la eternidad ante Tu presencia para ser ubicada en ese lugar maravilloso donde la tristeza no existe;

el llanto no se conoce; el dolor, la angustia, las penas y el sufrimiento han quedado en el ayer de la tierra.

Allí solo esperan que se llegue ese momento de la segunda venida de Cristo como Justo Juez, para recuperar su cuerpo que surgirá del polvo de la tierra,

pero ya no será mortal, ya no será corruptible, ya no será débil ni enfermizo ni quebradizo, sino glorioso, de hermosura extraordinaria y apto para la Vida Eterna.

¡El Padre Santísimo Te ha llamado a las mansiones eternas!

En este momento tan amargo para sus seres queridos, para sus familiares y para sus amigos, las lágrimas afloran, los lamentos se externan a gritos,

la tristeza y el luto los llena de aflicción, pero la fe les imprime certeza de que, aunque su cuerpo se ha enfriado, los latidos del corazón han cesado y la respiración se ha suspendido, ahora solo les resta orar, clamar y suplicar fervientemente, que Tú, Padre Santísimo, Tengas piedad de su alma.

Padre Santísimo: Tu hijo Basilio Eliseo, escuchó el mensaje de Vida, creyó en Tu Amado Hijo como su Salvador. Esa es la semilla que en él germinó, se desarrolló, floreció y fructificó.

Ahora, en breve, ese cuerpo Templo viviente del Espíritu Santo, se sembrará en el seno de la tierra para que resurja glorioso el último día, cuando Tu Amado Hijo, venga con gran poder y majestad.

Padre Santísimo: ¡no mires sus pecados e imperfecciones, sino que sean Tus ojos misericordiosos los que vean en él Tu divina imagen y semejanza!

¡Que tengas en cuenta que este hijo Tuyo, fue rescatado y redimido por la Preciosa Sangre de Tu Amado Hijo! ¡Mires con piedad a este hijo Tuyo, que renació del agua y del Espíritu!

¡Contemples que está sellado, que se alimentó con el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo, quien nos prometió que el que come de Su Carne y bebe de Su Sangre, tendría Vida Eterna!

Te agradecemos de todo corazón el que Tengas a bien dar la fortaleza a toda su familia para que, al despedirlo, lo haga en la certeza que nos da la fe.

Con los ojos del espíritu contemplamos la gloria que nos espera, la corona y la palma de la victoria, que nos hace exclamar: ¡Esperamos confiadamente que, Tú, Padre Santísimo,

le otorgues el perdón de sus pecados, porque estamos convencidos que, ¡no hay ningún ser humano que viva y no peque! ¡Solamente Tu Hijo Amado jamás pecó!

Tu Divina Palabra nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, NO SE PIERDA, MAS TENGA VIDA ETERNA.” (San Juan 3:16).

¡Gracias, Padre Santísimo y Fuente de la Vida inmortal! ¡Recibe en Tu Reino a Tu hijo Basilio Eliseo en Tu regazo de Padre! Por las intercesiones de nuestra Madre Santísima y de todos los santos,

especialmente san Basilio y el santo profeta Eliseo, ¡Ten a bien, avecindarlo en compañía de todos sus seres queridos y amigos que le dan la bienvenida a la Vida Eterna y bienaventurada!

¡El alma de Basilio Eliseo, por Tu misericordia sea bendita y eterna en ese descanso maravilloso! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez +


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