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Oración para la fortaleza y esperanza ¡Oremos al señor!

Oración para la fortaleza y esperanza ¡Oremos al señor!

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Te presentamos nuestros más cariñosos saludos en este encantador amanecer oración para la fortaleza y esperanza

“¡QUÉ TREMENDO POTENCIAL TENEMOS EN NUESTRO INTERIOR!”

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Padre Santísimo: Oración para la fortaleza y esperanza, te presentamos nuestros más cariñosos saludos en este encantador amanecer en este inicio de esta semana tan llena de esperanzas, de sorpresas, de alegrías y de alivios.

Hoy nuestra fe se alimenta y se fortalece cuando escuchamos en nuestro corazón esta gran verdad proclamada por el Espíritu Santo: “Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN USTEDES que el que está en el mundo.” (1ª. De San Juan 4:4).

¡Estar despiertos y plenamente conscientes de esta gran verdad, es lo que nos hace sentir esa tremenda y descomunal fuerza, esa energía divina y ese extraordinario empuje a no dejarnos ni debilitar, ni enfermar, ni morir, porque eso es pregustar las delicias del mismo Cielo!

Padre Santísimo: saber que todo tú inmenso poder, todo tu colosal brazo, toda tu protección está operando en nuestro favor, nos mueve y conmueve a emprender las aventuras más intrépidas sin pensar en nuestras limitaciones.

Oración para la fortaleza y esperanza, es el Espíritu Santo quien nos revela lo frágil que somos

Hoy en este momento de silencio, ni siquiera hablamos, ni movemos nuestros labios, sino que desde lo más profundo de nuestro ser nuestro espíritu exaltado y feliz te habla y tú le respondes y depositas en él todo lo que sabes nos será de gran provecho.

Tú, en este instante provocas en nosotros que de nuestra debilidad surja un poder de grandes e increíbles dimensiones que manifieste a los demás que tú operas desde nuestro interior y que haz hecho de nosotros, los cristianos, la extensión de tu hijo amado.

Padre Bendito: Es el Espíritu Santo quien nos revela lo frágil que somos y lo maravilloso y nada natural que llevamos en nuestro interior, que hace que todo ello sea para gloria tuya y no nuestra:

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para QUE LA EXTRAORDINARIA GRANDEZA del poder sea de Dios y no de nosotros.” (2ª Corintios 4:7).

Eso nos consuela y nos ennoblece, porque a pesar de nuestras debilidades, tú, Padre Santísimo, que nos has revestido de Cristo y que nos has ungido por el Espíritu Santo, nos estás usando como instrumentos de tu providencia, como apóstoles.

Y como profetas para anunciar de palabra y corroborar con nuestra vida que no somos nosotros quienes actuamos, sino que es tu Gran poder divino que has depositado en nosotros, que nos hace aparecer como embajadores de tu Reino y dispensadores de tus favores para la humanidad.

¡Que ese tu gran poder opere poderosamente en nosotros, para gloria tuya, de tu hijo amado y del Espíritu Santo! Oración para la fortaleza

Como hermanos y amigos del alma, Padre Santísimo, quienes nos desvelamos por ti, a fin de ser tus siervos útiles en la misión que nos tienes encomendada, te suplicamos que nos mantengas siempre en la conciencia de que nuestro empeño se vea reforzado por tu gracia y así podamos exclamar como tu apóstol amado:

“Y con este fin también trabajo, esforzándome según su poder que obra poderosamente en mí.” (Colosenses 1:29). Padre Santísimo: ¡Que ese tu gran poder opere poderosamente en nosotros, para gloria tuya, de tu hijo amado y del Espíritu Santo!

Hoy nuestro espíritu se regocija porque ha escuchado con toda atención las mismas palabras que le dirigiste a tu amado Pablo de Tarso:

“Les basta con mi gracia, ¡pues mi poder se perfecciona en la debilidad!” (2ª. Corintios 12:9). Por eso, seguros del gran poder que llevamos en nuestro interior exclamamos y confesamos a los cuatro vientos: “¡Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece!”

Padre Santísimo: ¡Con gratitud nos retiramos sin que tu presencia deje de acompañarnos! ¡Vamos jubilosos a demostrar la inmensa riqueza que llevamos a fin de beneficiar a muchos y a demostrarles tu gran bondad y todo lo que en su favor puedes hacer por nuestro indigno medio! ¡Hoy y siempre nuestras palabras son y serán de abundancia, de poder, de vida, de salud, de bienestar y de alegría!

Padre Santísimo: ¡Bendito seas! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+


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