Coyoacán pierde personalidad con el PAN
Triques
Las administraciones panistas ante su falta de conocimiento por la cultura mexicana destruyen lo más propios de los lugares que creen gobernar, así vemos como personajes dignos de otros espacios como Sandra Cuevas, borra murales, reprime vendedores ambulantes, despinta el arte urbano, quita personalidad a los puestos semifijos y, por si fuera poco, golpea políticas y agrede a vecinos.
Desconocedores de la historia y enemigos de la cultura del pueblo, los panistas arrebatan la personalidad que identifica a lugares como Coyoacán, donde otro panista sin pizca de cultura, atenta contra los atractivos del lugar.
Pero aquí no acaba todo, es tradición en el PAN que utilizan los puestos públicos para enriquecerse y de nada les sirve acusar a funcionarios públicos de corruptos cuando ellos mismo están más cerca del delito que del servicio público. Ahí están los casos de Jorge Romero y su mafia inmobiliaria, Cabeza de Vaca y sus eternos nexos con el narcotráfico, Ricardo Rubio Torres, golpeador de mujeres, al igual que Enrique Vargas del Villar, o misóginos patológicos como Gabriel Quadri; entre otros muchos.
Por cierto, Ricardo Rubio convocó a los vecinos de la Colonia Atlántida en Coyoacán para escuhcar sus demandas, pero el agresivo diputado nunca llegó.
En Coyoacán impera la voluntad de un tal Giovanni Gutiérrez, un don nadie que impone su ley a través de su jefe de Mercados, un tipo gris y muy represivo. Manipula las administraciones de los mercados de la alcaldía; presiona a empresarios con supuestas faltas al muy burocratizado papeleo de la alcaldía, reta a los locatarios y reprime a las personas que tradicionalmente vendían artesanía en el Parque hidalgo de la demarcación.
La gran cantidad de carteles anunciando por toda la alcaldía el primer informe de desgobierno de Giovanni es tan profusa y generosa que pareciera acto adelantado de campaña, claro, con el dinero de los contribuyentes.
Las quejas se multiplican contra el jefe de mercados, Jorge Alfredo Hernández Pérez, y en lugar de despedirlo lo premian, lo cual deja mucho de qué hablar de la administración encabezada por alguien que está en manos de la mafia del transporte público en la alcaldía Coyoacán, porque los choferes de los camiones de las Rutas de un tal Fernando Ruano, quien utiliza las calles de la alcaldía como estacionamiento para sus ruidosos camiones, que son tantos que ya no caben en los “encierros” que posee. Cierran acceso de vehículos delos vecinos, dejan escuchar música toda la noche, hacen sus necesidades en las calles, utilizan los camiones como hoteles de paso, agreden al la gente que le reclama, cuando se les pega la gana cierran calles con el pretexto de estar acomodándose, etc.
Los vecinos mantienen reuniones, para presionar a los encargados de tránsito de la alcaldía, pero también ellos están pagados por el tal Ruano, quien tiene fama de reprimir a sus trabajadores cuando no les dan la cuenta a tiempo o completa.
Ante el poderío del delincuente Ruano no hay fuerza humana que pueda hacer entrar en la urbanidad legal a los cientos de camiones que invaden la propiedad privada y los espacios comunes de los vecinos de Coyoacán.
Las quejan han llegado a varios medios de información sin que haga caso ni Giovanni ni sus fieles cómplices. Saben que no volverán a repetir el triunfo electoral en la alcaldía y por eso quieren arrasar con todo.