¿Democracia o populismo?
Por: Adrián Arévalo.
Hace seis años, voté por Andrés Manuel y el proyecto que representaba y de verdad, es algo que me arrepiento todos los días, tuve fe en alguien que, a las primeras de cambio traicionó a quienes creímos en él, pero principalmente, se traicionó a sí mismo, no tengo empacho en decirlo y además, ofrezco una disculpa.
No hay plazo que no llegue ni fecha que no se cumpla, como dice el clásico, y es tiempo de que se cumpla la cita que tenemos los mexicanos con nuestro derecho a votar, pero también, que no se olvide, es nuestra obligación.
Termina el proceso electoral más violento de la historia de México, dentro de sexenio más violento también en la historia de nuestro país.
Gracias al clima de violencia política, las elecciones serán también, las más vigiladas de la historia por parte de organismos internacionales que, han volteado a ver a nuestro país con preocupación sería dado los hechos de violencia y la intervención del presidente, que fungió como jefe de campaña de Morena durante todo el sexenio, en lugar de dedicarse a gobernar.
Culmina el proceso también con el gobierno promoviendo a su candidata, con topes de campaña rebasados, con dinero público y también de procedencia “dudosa”, con campañas que iniciaron de forma ilegal desde hace un par de años, con la coacción del voto a través de los programas sociales, con la fuerza del estado y del ejército velando por intereses del partido del régimen.
A eso se enfrentó la oposición en todos lados, pero principalmente la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez Ruiz, quien, aparte de recibir insultos e injurias de parte del propio presidente, sufrió ataques personales a través de redes sociales, por parte de Morena, sus esbirros y su ejército de bots.
De igual forma el Instituto Nacional Electoral, aparte de que está sometido al presidente, teme que el día de la elección se presenten “ciberataques”, pues de acuerdo con fuentes oficiales, el organismo electoral ha recibido diversos ataques de este tipo en los últimos años y temen que esto pueda afectar gravemente la elección, pues en 2023 se reportaban 6 ataques por minuto, en el presente año van un promedio de 23 ataques en ese lapso.
Es decir que el INE ha recibido, en números redondos, 8.2 millones de intentos de ciberataques, sin duda una “red flag” de la que nadie habla.
Ratones locos, mapaches, acarreo, carrusel, muertos que votan, embarazo de urnas, falsificación de actas y demás artimañas de las que el régimen va a echar mano.
Recordemos que, los únicos que pueden operar, fraguar, orquestar, ejecutar un fraude electoral, es el gobierno, como ha sido siempre.
Hoy en México y, también en Yucatán, tenemos dos caminos, el populismo o la democracia.
En un ejercicio sin filias ni fobias, ¿quién andaba en un Tsuru y vive hoy en un palacio? ¿Dónde militan los políticos más corruptos del país? ¿Quién representa a la mafia del poder? ¿Dónde está el viejo PRI? ¿La oligarquía? ¿El gobierno que acoge y cubre la corrupción, incluso de la propia familia?
El que tengamos hoy un INE (la mitad, por la intervención del régimen), requirió esfuerzos, sacrificios y vidas humanas, durante más de 4 décadas, se construyó un organismo ciudadano que fortaleció la democracia en el país y el dejarlo en manos del régimen es faltarle al respeto a la lucha de esas personas.
Hoy los mexicanos estamos más informados para emitir nuestro voto, no hay pretextos de sentirse manipulado o engañado, en la casilla a la hora de emitir el voto solo estaremos nosotros, el plumón y la boleta, junto con el futuro que queremos para nosotros y nuestros hijos, nadie nos va a juzgar, es hora de dar un golpe de autoridad.
Que queremos ¿Democracia o populismo?
Personalmente, reitero, cometí un error en el 2018 no solo al votar por AMLO, sino defender y promover su causa, de lo cual, me encuentro profundamente arrepentido.
No quiero que eso les pase a ustedes.
Tak sáamal.