El mismo PRI
Triques
El PRI se niega a cambiar de colores, luego de haberse robado los de la bandera; de nombre, ya que olvidó su origen de practicar la justicia social, y de líder ya que el que tienen ahora modificó los estatutos para reelegirse.
La realidad es un mundo desconocido para los priistas, la versión sobre el país de los priistas sorprende, a pesar de que su supuesta atención al país o su permanencia en el poder. No conocen México y prueba de ello es la interpretación de personajes dignos de una película de fantasía como el junior imberbe, Enrique de la Madrid, –hijo de quien entregara el país a los oligarcas internacionales y se metiera en la boca del lobo de la globalidad—al hablar sobre sus decisiones de gobierno de llegar a ser electo Presidente de la República.
Además, el afán destructor que mueve el resentimiento de ser descubierto como lo que en realidad son los priistas, el junior ex secretario de Turismo de Peña Nieto anuncia que su primera orden como presidente de la República será cerrar el aeropuerto Felipe ángeles y seguir construyendo el que se intentó instalar en el Lago de Texcoco. Todo un troglodita. Esos son los cuadros competitivos del tricolor.
Las legisladoras que coloca el partido en los debates en los medios, con más cirugías que conocimiento político, hablan de un país que no existe, de supuestos que no pueden comprobar y de especulaciones que no se basan en anda. Eso sí, son expertas en arrebatar la palabra y exigir ser escuchadas.
El líder nacional del PRI no es aceptado por más de la mistad de los militantes, quienes nunca solicitan un conteo nacional por temor a enfrentarse con la realidad de quienes se han salido y de quienes no han pagado sus cuotas. La división entre los líderes del partido crea desbandadas continuas y desamparo a la lucha electoral que deben enfrentar divididos, a menos que Alejandro Moreno cárdenas renuncie.
El PRI debe rescatar del pasado no sólo sus viejas glorias sino rectificar errores, que no fueron pocos, y castigar, desde su cúpula, a los corruptos que le mancharon la imagen, como muestra de su arrepentimiento, y castigarlos, de otra manera no tiene futuro. Si el pasado no se corrige el presente es frágil y el futuro no existe y es lo que le sucede al PRI, lo saben. pero nadie se atreve a moverlo por temor a que en el cambio se descubren ilícitos de quienes ahora se dicen limpios de culpa. O se traiciona al compañero o se echan de cabeza o se callan, es la tónica delos priistas, quienes han hecho de su partido una organización no solo con más pasado que futuro sino un grupo añejo, rancio, anacrónico, anquilosado.
La podredumbre del PRI abarca a buena parte de sus militantes de tal manera que no hay quien pueda lanzar la primera piedra en cuestión de corrupción y los que se consideran limpios tienen apellidos que les pesa más que su conciencia y prefieren quedarse inmóviles y a veces expectantes.
Si el PRI no se funda se desfonda. Y las elecciones de este año pueden ser las últimas en su historia donde compita por cargo de elección popular de cierta importancia quedándose con algunas presidencias municipales, regidurías y en algunos estados sin registro.
La alianza opositora toma al PRI como un partido en iguales circunstancias que el PRD, cuya agonía se alarga, pero el fin está cerca y puede suceder en cualquier momento. Hasta ahora carece de registro en una veintena de entidades federativa de un total de 32, lo cual representa una derrota anticipada.
La imagen que ahora presenta el PRI es de total decadencia, muestra el peor momento de su larga vida y anuncia agonía política y muerte electoral.