“Exhibe militarización verdaderos intereses de senadores yucatecos”
Emporio
La militarización del país no es tema del actual gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, sino viene de muchos años atrás, del viejo régimen del PRI como partido único.
Para ser puntuales, la militarización del país es la señal del fracaso de los intentos de siete presidentes de México para contener la inseguridad y violencia criminal creciente desde los años 80, cuando se formaron los principales cárteles del crimen organizado que hoy controlan toda la actividad ilícita de alto impacto que a diario sacude al territorio nacional; unas entidades menos que otras pero son estas organizaciones criminales las que hoy tienen en jaque a la 4T y los gobiernos estatales.
En los últimos tres sexenios, con los gobiernos del panista, Felipe Calderón, del priísta, Enrique Peña Nieto y el ex priísta, ex perredista y fundador de Morena, Andrés Manuel López Obrador, el problema de la inseguridad se acrecentó, se extendió a todo el país.
Hasta el gobierno de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, la violencia e inseguridad causada por el crimen organizado era del centro hacia el norte del país. Eso no quiere decir en que los estados del sur-sureste no se registrara actividad criminal de alto impacto, simplemente las guerras no se libraban tan al “aire libre”.
Por lo que, desde Felipe Calderón a la fecha, la ola de inseguridad y violencia alcanzó a los 32 estados de la república; ninguno se salvó de la famosa guerra contra el narco, esa que el panista siempre se ufano de que “en esta guerra contra el narco, el gobierno federal la va ganando”. Obvio, eran los datos de la federación, lo cierto es que la violencia registró una escalada insospechada por las autoridades federales, misma que heredó a su sucesor Peña Nieto. Esa violencia alcanzó al pacifico estado de Yucatán, en agosto de 2008, con el hallazgo de 12 personas decapitadas. La noticia cimbró a todo el país; la violencia logró penetrar a la entidad más pacifica y segura de la Republica Mexicana.
El gobierno estatal no cayó en la desesperación y mantuvo la seguridad de Yucatán con su cuerpo policiaco de mando civil: se pusieron a trabajar, redoblaron esfuerzos, capacitaron y les destinaron mejores salarios a sus policías. La estrategia se mantuvo en los últimos tres sexenios, dos del PRI, bajo el mando de Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata, y se continuó y reforzó la estrategia se Seguridad Pública Civil, en el actual gobierno del PAN de Mauricio Vila.
En estos 16 años, los hoy senadores de Morena, Verónica Camino y Raúl Paz, en algún momento aplaudieron la estrategia yucateca de Seguridad Pública y muchas veces la pusieron de ejemplo nacional. El senador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, también hizo lo mismo.
¿Qué paso? ¿Porqué en la votación del tema de la militarización del país votaron a favor de ella? ¿Por qué no pusieron como ejemplo el caso de Yucatán y su estrategia de Seguridad Pública? ¿Por qué les dieron la espalda a los buenos resultados en materia de Seguridad Pública?
Si hablamos que en el año 2018 la gran mayoría de los ciudadanos yucatecos, porque así lo dijeron los votos, decidieron que Camino Farjat, Paz Alonso y Ramírez Marín los representaran, en este 2022 simplemente ellos le dieron la espalda a sus votantes.
Eso senadores que fueron electos por la mayoría popular ya no representan los intereses del pueblo, sino de los que controlan la 4T. Por Yucatán, los senadores debieron respaldar la estrategia de Seguridad Pública Civil, que para la percepción de la gran mayoría de ciudadanos ha funcionado, por ello es la entidad más segura, pero los legisladores federales no lo vieron así.
Inclusive, una semana antes de la votación en su mañanera, el presidente López Obrador, reconoció la actuación del mando policiaco de Yucatán, en la figura de Luís Felipe Saidén, pero finalmente los senadores yucatecos quisieron olvidar esa parte y irse a favor de la militarización del país.