Focos de alerta en elecciones del IMSS
Otro enfoque político
Por: Gínder Peraza Kumán
¿De quién es el Instituto Mexicano del Seguro Social? ¿Quién es su dueño, a quién debería servir con eficiencia, y a quién tendría que rendir cuentas de los gastos y adquisiciones que tiene que realizar para cumplir su muy bien definida misión social?
Se trata de preguntas cuya respuesta exige que el que responda no sólo conozca muy bien las leyes y reglamentos que norman el trabajo, las obligaciones y la ética y la responsabilidad moral que deben ser los faros que guíen su vida institucional.
Por suerte, el propio instituto ofrece una “página oficial” en internet, http://www.imss.gob.mx/, que dice lo siguiente:
“El IMSS es la institución con mayor presencia en la atención a la salud y en la protección social de los mexicanos desde su fundación en 1943. Para ello, combina la investigación y la práctica médica, con la administración de los recursos para el retiro de sus asegurados, para brindar tranquilidad y estabilidad a los trabajadores y sus familias, ante cualquiera de los riesgos especificados en la Ley del Seguro Social. Hoy en día, más de la mitad de la población mexicana tiene algo que ver con el Instituto, hasta ahora el más grande de su género en América Latina”.
Hace dos o tres semanas escribimos en una columna nuestra opiniones elogiosas sobre el trato que nos habían dispensado en la clínica UMF No. 59 del IMSS, donde al parecer nos beneficiamos de un cambio de directivos y personal. Ya sabe usted que el personal nuevo siempre trata de causar una buena impresión, aunque a veces ese afán se reduce con el paso del tiempo.
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En el actual proceso electoral para el cual se prepara la sección Yucatán del SNTSS al parecer hay cosas que se están haciendo al estilo antiguo, que no era tan bueno. Por ejemplo, ¿por qué le damos a conocer al público que vamos a tener elecciones internas sólo tres días antes de que estás se realicen? ¿Por qué no compartir nuestros afanes y nuestras luchas con los ciudadanos causantes (nos pagan nuestro salario con sus impuestos)? ¿Por qué dejamos que parezca que estamos escondiendo algo?
Para los ciudadanos comunes sigue siendo sólo una ilusión la promesa entregada al comienzo de este sexenio federal, de librar una sostenida y fuerte lucha contra la corrupción y contra su hermana casi gemela, la impunidad.
Vamos a aumentar en 50% la inversión en construcción de escuelas, nos prometía (es un ejemplo) el Gobierno Federal. Pero para eso necesitamos dinero, ¿de dónde lo vamos a sacar? preguntábamos los ciudadanos. De lo que le quitemos a la corrupción, nos respondían. Han pasado los años y lo que le quitamos a la corrupción no solamente es poco, sino que no se ve por ningún lado. Todavía más, detienen a unos cuantos corruptos adicionales, pero no hay ninguna recuperación o devolución de dinero.
Por otro lado, muchos ingenuos o ilusos seguimos esperando que nos informen en detalle, si es posible peso por peso, qué se hizo con todo el dinero que se les quitó a poco más de 100 fondos y fideicomisos que se supone que eran de primera necesidad, pero que fueron despojados de los recursos presupuestario que tenían asignados, con el fin de dedicarlos, se dijo entonces, a los esfuerzos médicos y a la compra de medicamentos, sobre todo vacunas. para tratar de frenar los avances de la mortal epidemia de Covid-19.
Hay un punto más que estamos obligados a comentar en torno a este asunto de las elecciones en el Sindicato del IMSS: en lo que parece un reporte informativo y que abarca apenas una hoja de papel, que nos entregaron a los reporteros poco antes de la llegada al multicitado desayuno del candidato Campos Rosado, se afirma que éste “desde ahora está cuidando la bolsa de trabajo, ya que es de y para los trabajadores”.
Y en la última línea de ese texto se subraya que el aspirante a secretario general de la Sección VI “ha cuidado lo más importante en este proceso, que es la bolsa de trabajo”.
No sería nada extraño que uno de los objetivos más importantes de quienes participan en la contienda electoral sea apoderarse de la facultad de disponer, a criterio de él y de los suyos, de los cientos o quizás miles de plazas laborales que cada año manejaría el SNTSS. ¿Usted cree que eso sea parte de un supuesto botín político-electoral?