Gaudiano y su porvenir
Sin Remitente
Gerardo Gaudiano Rovirosa será el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Tabasco en la elección del 2024. Será el David luchando contra el Goliat, en el que no necesariamente saldrá triunfador. Pero su participación será de mucha utilidad para garantizar el registro de su partido y un eventual crecimiento.
El ex alcalde de Centro, que no ha dejado de caminar en las comunidades y de hacer labor social, sabe que el 2024 no será su momento, pero que quizá, dependiendo de las circunstancias, en el 2030 podría realmente disputar la gubernatura.
Es un hecho que Movimiento Ciudadano ha logrado aumentar su presencia territorial ganando importante plazas como Jalisco o Nuevo León, y que en Tabasco está haciendo lo mismo (ya tienen un diputado y un alcalde), aunque más lentamente en la medida en que va sumando ex militantes del PRI y del PRD y por ende a sus seguidores.
Gaudiano está convertido en su principal operador y representante en Tabasco, asumiendo de facto el liderazgo que le falta al dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Pedro Palomeque, un ex priísta, por cierto.
No hay que subestimar por tanto el activismo y trabajo que desde hace años viene realizando ya el diputado federal tabasqueño que sabe lo que es ganar una elección y también perderla.
La carreta política de Gaudiano está lejos de acabarse, no solo porque es relativamente joven, sino porque teniendo a Movimiento Ciudadano como su principal plataforma, podría ser diputado local o federal si así lo decide otra vez, amén de que quienes forman parte de su círculo cercano, como es natural en cualquier partido, se vean beneficiados.
Por ahora, como muchos atestiguaron ayer en su multipublicitado informe legislativo, Gaudiano está más presente que nunca y, a su ritmo, va por más, ya lejos del PRD y cada vez más distanciado de Morena y de Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández, en algún momento sus principales mentores.
Su porvenir no se ve tan catastrófico como podría pensarse.