Las ironías de la vida
Al final lo lograron, la elección operada por el estado desde el día uno que Morena subió al poder se concretó. Una paliza la que sufrió la oposición, especialmente el sistema tradicional de partidos (del orden de los 30 puntos), deja claro que el sistema de partidos como lo conocemos ahora, está próximo a desaparecer.
La presidenta electa se perfila para tener más votos que su antecesor, aunque hay que decirlo, sin el fervor del 2018.
El sueño de todo autoritario, lo acaban de hacer realidad las votaciones del domingo, los mexicanos, simpatizantes de régimen acaban de entregar poder absoluto a la presidenta electa para que haga todo lo que López no pudo hacer, para ejecutar su tan ansiado “Plan C”, que es concretar la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, los ministros de la Corte sean electos mediante voto popular, la desaparición del Inai entre otros.
La obradorización del país ahora si está en marcha.
Regresamos al país de un solo partido, de un solo hombre (y digo eso porque la próxima presidenta solo será la ejecutora de los caprichos de su amo).
La población no dio la oportunidad a los partidos y, en cambio, otorgó a Morena el poder absoluto y que ironía, que fueron años y años de lucha para derrocar a un partido hegemónico y hoy la mayoría de mexicanos que acudieron a las urnas, decidió dar ese poder a una mujer, a un nuevo partido hegemónico, un cuarto de siglo después de que fuera el principio del fin de ese viejo PRI, hoy la gente optó por la dictadura perfecta.
La futura presidenta, tendrá más poder que su antecesor, ya cuenta con la mayoría calificada, la ciudadanía entregó un cheque en blanco.
Ganó el estado, el miedo, las dádivas, las mentiras y las ganas irracionales de tener otra vez un partido único en el poder.
Recuperarse de este golpe llevará décadas ¿Cuánto tiempo, cuántas vidas, cuánta sangre sudor y lágrimas le costaron la alternancia a este país? Ahí vamos otra vez.
El mandato de la población fue dar todo el poder a la primera mujer presidenta en la historia de México, en lo personal no descalifico ni alabo lo sucedido, simplemente el ejercicio democrático de ayer expresó lo que la mayoría de mexicanos quieren, de aproximadamente 55 millones de mexicanos, que eligieron y que caiga sobre la conciencia de cada quién. Ganó el populismo y el autoritarismo, como hace 80 o 100 años, México ayer decidió regresar ahí.
Al México de Pedro Infante, de Libertad Lamarque, de Nosotros los Pobres y Ustedes los Ricos, del nacionalismo rancio, del Tlatoani, del caudillismo, de estirar la mano, de papá gobierno.
En los próximos días veremos quienes se arrodillan al poder, quienes ayer estaban en la oposición serán propagandistas del régimen.
La falta de controles en el ejercicio de poder conduce a un abuso, lo dice la historia, los hechos.
También es cierto que millones de mexicanos se manifestaron en contra de lo que representa el actual régimen y es ahí donde la oposición tendrá que recrearse, que aprender de sus errores y representar a los 30 y pico de millones de mexicanos que no votamos por mantener el viejo régimen.
La ironía de la vida es que, luego de años de lucha para eliminar el autoritarismo, la dictadura perfecta que tuvo México durante 70años, hoy la mayoría de mexicanos que acudieron a votar decidieron regresar a ella, empoderarla y dejarla más fuerte que nunca, con los riesgos y los peligros que sabemos que conlleva y con unos nuevos en estos tiempos que apenas descubriremos a partir de octubre.
Personalmente no simpatizo ni concuerdo con quienes hoy ostentan el poder, no obstante, mi más profundo deseo es que a la señora presidenta le vaya bien, porque eso querrá decir que al país le va bien y al final eso es lo que importa, no le deseo que fracase.
Pero ahí está la ironía, México votó por el autoritarismo, existimos millones que estamos en contra.
Mañana hablaremos de lo que pasó en el estado.
Tak sáamal.