Pemex la petrolera más endeudada del universo
Por: Adrián Arévalo
Si en otros planetas, otras galaxias, existieran hidrocarburos, en esos planetas se desarrollara una civilización que, en su inteligencia, le dé uso para su desarrollo, esos mismos entes, deciden que es buena idea comercializarlo y crean una empresa que se encargue de la exploración y distribución de hidrocarburos, cada planeta en cada galaxia tiene una o dos o tres.
En el universo observable existen dos billones de galaxias, que contienen 10 sextillones de estrellas y potenciales sistemas planetarios, que albergan al menos 10 sextillones de planetas, de los cuales se estima que, en algunos miles de millones de planetas hay vida inteligente que podría ser capaz de crear o refinar algún tipo de combustible.
En ese contexto, Pemex sería la empresa más endeudada del universo conocido, debe hoy 106 mil millones de dólares, algo así como el 8 por ciento del PIB.
El régimen ha estado marcado por sus ambiciosas promesas de reforma y desarrollo económico, con Pemex (Petróleos Mexicanos) como uno de los pilares centrales de su estrategia.
Buscando la soberanía energética de México, aparte del triple del costo y del nido de ratas que es la refinería de Dos Bocas, el régimen ha inyectado miles de millones de dólares en capital y apoyo financiero a la compañía, en un intento por aumentar la producción y reducir la dependencia de las importaciones de combustible. Han sido algo más que ineficaces.
La continua caída de la producción parece no detenerse, a pesar de las inversiones, fuertes que ha hecho el gobierno, no ha logrado repuntar el declive de la producción vigente desde 2004.
La producción diaria de petróleo crudo ha caído por debajo de los 1.7 millones de barriles, nada comparado a los niveles observados en décadas anteriores.
A eso le vamos a sumar las precarias, lamentables condiciones en las que se encuentra toda la infraestructura de Pemex, incluida su red de refinerías, que se encuentra en gran medida obsoleta, operan por debajo de su capacidad, lo que ha llevado al país a depender cada vez más de la importación de combustibles, no han sido capaces ni siquiera de equilibrar la balanza.
Dos Bocas, Tabasco, el elevado costo y a las dudas sobre su viabilidad económica y ambiental. El capricho más grande, más costoso y más inútil del régimen.
La creciente deuda de Pemex tiene implicaciones serias para la economía mexicana. La empresa representa una parte importante de los ingresos del gobierno federal, y su situación financiera deteriorada podría limitar la capacidad del gobierno para financiar otros programas sociales y de infraestructura. Además, la calificación crediticia de Pemex ha sido rebajada por las principales agencias calificadoras, lo que encarece aún más el costo del financiamiento.
La gestión de la deuda histórica de Pemex bajo el gobierno de AMLO ha sido un desastre, desde el ingeniero agrónomo, hasta la nula relación con el sindicato petrolero que hoy es dirigido por un personaje obscuro como Ricardo Aldana, operador del “Pemexgate”.
Ahí los que quedan a su suerte son los trabajadores que muchos no cuentan con los aditamentos necesarios para desempeñar su trabajo.
Y eso ha costado vidas.
La situación financiera de la empresa es precaria y las políticas implementadas hasta ahora no han logrado revertir las tendencias negativas, al contrario, parece que quisieran acabar con la paraestatal.
Sin una reevaluación y ajuste de las estrategias actuales, Pemex seguirá siendo una carga económica significativa para México, limitando el potencial de crecimiento y desarrollo del país.
Es esencial que el gobierno de AMLO y futuras administraciones adopten un enfoque más pragmático y sostenible para manejar Pemex. Esto podría incluir la reestructuración de la deuda, la implementación de políticas de eficiencia y transparencia, y la consideración de alianzas estratégicas con empresas privadas para aprovechar mejor los recursos y capacidades del sector.
Además de retomar las relaciones con el Sindicato, las cuales no han sido muy buenas y ahora menos, pues tienen a Aldana en el rincón de los castigados, nadie y menos la administración entrante, quiere una foto con él.
Pero ese es otro tema al cual le vamos a entrar.
Solo a través de un cambio de rumbo y una gestión más responsable se podrá asegurar un futuro viable para Pemex y, por ende, para la economía mexicana.
Pero hoy por hoy, los pregoneros del régimen tienen a la empresa petrolera más endeudada del universo.