Reflexiones 2022, por un mundo mejor
Columna: Expedientes MX
A esta generación nos tocó una de las etapas más inauditas de la era moderna. Guerras, sequías, hambrunas, desastres naturales, cambio climático, desigualdades crecientes, pobreza lacerante de millones de personas. Visto así, parece el Apocalipsis. Pero no, simplemente es una de las caras del cambiante mundo en el que vivimos.
Mientras se mantenga la incertidumbre sobre la intensidad y duración de la pandemia, las economías y las sociedades seguirán con cierres y paralizaciones intermitentes. Los avances de la vacunación presentan un ritmo insuficiente y reflejan grandes desigualdades entre los países según su nivel de desarrollo económico y social y, sobre todo, su capacidad financiera y de negociación para acceder a las vacunas.
Estos temas se sitúan en el centro de las reflexiones y las grandes tendencias en curso en las economías y sociedades a nivel mundial, y los efectos sanitarios de la pandemia y sus repercusiones económicas, sociales y ambientales en nuestro mundo.
Todos tenemos tareas pendientes por desarrollar. Para llevarlas a cabo, deben participar los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y otras partes interesadas, y sobre todo, se debe acelerar la acción para subsanar las deficiencias sistémicas en la implementación de la Agenda 2030 que establece la declaración política del Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible celebrado bajo los auspicios de la Asamblea General en 20191.
En México, las cosas no parecen ir también. En donde hay seres que matan por matar: inmigrantes, ciudadanos comunes, entre delincuentes a los que las autoridades ni buscan, ni investigan. Y hay que darles abrazos, no balazos o en su defecto acusarlos con su mamá: grotesca premisa que arroja que México ha tenido los tres años más violentos en la historia reciente.
Aquí, la corrupción y los flujos ilícitos de capitales son el pan de cada día, por lo que se debe poner fin a la hemorragia financiera y robo que provocan la corrupción, la deuda pública y la evasión fiscal. Y qué decir de la distribución injusta de la inversión y el gasto público, ya que en muchas ocasiones las decisiones políticas sobre inversiones y gasto público no se rigen por criterios de justicia social, sino de conveniencia.
Otro dilema más es la acceso injusto a la información y exclusión de los espacios de toma de decisiones sobre políticas que influyen en nuestras vidas, donde hay un déficit democrático, falta de transparencia, escasez de mecanismos de participación ciudadana y debilidad de sistemas de rendición de cuentas por parte del gobierno a la ciudadanía, las élites capturan el sistema político en beneficio propio.
Qué decir del difícil acceso desigual al capital, conocimiento y la tecnología, pues nuestra posibilidad de progresar como individuos depende de la oportunidad que tenemos para acceder a conocimientos, tecnología y capital, muy simple: siempre la educación será la creadora de oportunidades.
México y el mundo tienen grandes retos para este 2022. Se deben de frenar las enormes causas que generan la desigualdad para que podamos reducir la tendencia actual, tan peligrosa, injusta e inaceptable.
Es más, solo así evitaremos que México y el mundo vuelva a recorrer los caminos que lo han llevado a sufrir unos efectos de la pandemia que han sido devastadores, que se han prolongado ya durante un año y que dificultan los avances hacia una rápida recuperación y un desarrollo sostenible.
Estamos ante uno de los retos más importantes de la humanidad y muy pocos sospechaban el giro que tomarían nuestras vidas. Hoy es una realidad de la cual no podemos escapar, no hay ser humano sobre la faz de la tierra que no haya experimentado un profundo cambio a partir de esta pandemia.
Nos tocó parar, aceptar, re-plantear y volver a organizar nuestro diario vivir. Hoy la invitación es mantenernos positivos y ponerle el pecho y el corazón a esta nueva realidad. Como en toda crisis, debemos aceptar cada parte del proceso de acomodación. Este proceso no es fácil, estar confinado no es natural para el ser humano.
Hoy, es anti-natural quedarnos en un lugar, pero nos tocó. Que el 2022 sea un año de logros, la humanidad, ha logrado sortear una y otra vez las tempestades. Que esta generación, sea la que quede en los hitos de la historia como aquella que logró sortear la vida en medio de una de las peores crisis sanitarias. Feliz 2022 a todos nuestros lectores.
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