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Vaciar el tintero

Vaciar el tintero

Ginder Peraza
Vaciar el tintero

Vaticinan que la política mexicana ya no volverá a ser como antes. Renán y Mauricio, ¿estrellas rutilantes?

EN MENOS de lo que canta un gallo con beca de Bienestar ya habremos pasado el trago amargo de las elecciones en todo el país, que se realizan bajo la sombra del amlismo. Veremos si se cumplen los temores o las esperanzas de que la figura paterna-materna del presidente Andrés López sea factor suficiente para inclinar la balanza hacia algún lado. Nosotros creemos que, cualquiera que sea la visión política que predomine, México ya no será el mismo, sino que será mucho más diverso, materialista y violento.

EN LA CELEBRACIÓN del Día de la Libertad de Expresión en 2023, en el evento que organizó frente al ex asilo Celarain la Unión de Periodistas Independientes de Yucatán “Eligio G. Ancona”, un veterano periodista ya retirado dijo a todos los que estábamos ahí que quienes ejercemos esa profesión por lo general somos buenos para defender a otros grupos, pero muy malos para agruparnos y defendernos a nosotros mismos. Nadie se sintió maltratado verbalmente como para solicitar el micrófono y rechazar lo que dijo el viejo compañero. El que calla, otorga, ¿no es así?

PARA MUCHOS hombres de prensa, el rendimiento en seis años consecutivos que alcanzó el alcalde con licencia Renán Barrera Concha fue algo cercano a la decepción, pues en primer lugar el exdiputado local carece de un estilo político propio y definido, y tampoco tiene una ideología propia y un verbo apasionado. No se puede negar que ha sido un buen gestor, de sosegado estilo. Tiene similitudes con su compañero de partido y gobernador Mauricio Vila Dosal, quien cuando empezó su gestión parecía más bien el presidente ejecutivo o director general de una empresa o un corporativo, y tuvo la inteligencia suficiente para cambiar algunas cosas en su trabajo y su personalidad, además de que, según comentan ejecutivos de la iniciativa privada, también consiguió el respaldo de asesores profesionales de importantes empresas.

COMO PARTE de las “innovaciones” y nuevos modos que empezaremos a ver en la política yucateca y mexicana, probablemente habrá intentos de sobornar, cooptar, corromper o recurrir a otras acciones –no se puede descartar la agresión con violencia–, todo con el objetivo de apropiarse de los espacios o cargos públicos que ya hubiesen conseguido los partidos más chicos. El año pasado se sentó un precedente cuando hombres de cierto partido que tiene años operando en la ciudad de Motul desalojaron de las oficinas del citado partido a todas las personas que estaban trabajando allí, y seguidamente ocuparon los escritorios y oficinas disponibles. Poco tiempo después la acción de los “invasores” tuvo como premio dos lugares en el Congreso federal.


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