El temor del Señor imparte sabiduría; la humildad precede a la honra. (Proverbios 15:33)

ORACIÓN
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Padre Santísimo: Hoy nuestro despertar se centró en la actitud ante la vida, de tu hijo amado, quien siendo Dios omnipotente, siendo tu hijo único que gozó de todo lo que ello implica.

Prefirió el camino de la humildad para enseñarnos que, LA HUMILDAD ES LA BASE DE LA GRANDEZA Y LA ANTESALA DE LA GLORIA. ¡SIN LA CRUZ, NO HAY RESURRECCIÓN! ¡SIN LA HUMILDAD NO ES POSIBLE SOPORTAR BIEN FORTALECIDOS LAS TENTACIONES DE ESTE MUNDO! ¡SIN LA HUMILDAD NO HAY COMPLACENCIA Y ACEPTACIÓN DE TU PARTE!

¡Cuánta razón tiene el Espíritu Santo al enseñarnos que, ¡Solo el temor del Señor nos proporciona Sabiduría! Cómo la humildad nos conduce al gozo indescriptible y ¡jamás a la prepotencia y a la altanería! Cristo, ante tanta humillación, ante tanto lujo de prepotencia, ante tanta maldad y crueldad refinada.

El temor del Señor imparte sabiduría

Siendo Él LA VERDAD Y LA VIDA, teniendo todo el poder en sus manos, teniendo la razón en todo, se humilló a sí mismo, ¡NO LO HUMILLARON! Antes de pedirte, oh Padre Santo, que le enviaras ángeles para destrozar a los malvados, prefirió ser víctima y morir de manera vil, cruel e ignominiosa: “Cristo se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.”

(Filipenses 2:8). Nuestra soberbia nos asemeja al príncipe de las tinieblas, en cambio, la humildad nos hace ser como TU HIJO AMADO Y ALCANZAR LA GLORIA, EL HONOR Y TU DIVINA APROBACIÓN PARA LA BIENAVENTURANZA ETERNA, tal como nos lo señala el Espíritu Santo: “Pero Él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, ¡PERO DA LA GRACIA A LOS HUMILDES.” (Santiago 4:6).

Durante toda la historia de nuestra humanidad, después de la caída, el ser humano tiene el estigma del demonio de ser altanero, orgulloso, prepotente, humillante, envidioso, grosero y criminal.

Tiene torcida la misma inteligencia y su máxima esencia: “ESTE MUNDO ES DE LOS DESPIERTOS, DE LOS VIVOS, DE LOS QUE A TODA COSTA SON CAPACES DE OBTENERLO TODO.” “EL MUNDO DE LOS EXITOSOS SE BASA EN ARREBATAR, EN PISOTEAR LA DIGNIDAD DE QUIEN SEA, A FIN DE OBTENERLO TODO, PORQUE, ¡EL QUE NO TRANZA NO AVANZA!”

En cambio, la Sabiduría divina consiste en VIVIR CON HUMILDAD AUN SIENDO EXITOSOS EN LO MATERIAL

Porque quien lo tiene todo, pero además, tiene a Dios en su interior, ese sabe gozar de todo, pero sabe también compartir con el necesitado y salir al encuentro del caído en desgracia.

Esta clase de seres humanos llenos de luz, saben tener y no tener; saben ser agradecidos aun en medio de las grandes calamidades.
Ya desde la Antigua Alianza, el espíritu Santo proclamó: “… y si se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado ¡Y SANARÉ LA TIERRA!” (2º. de Crónicas 7:14).

Padre Santísimo: ¡Que la Luz del Espíritu Santo nos conceda ser mansos, humildes y sencillos, a fin de ser aceptos a tu presencia, leales en todo tiempo, útiles a nuestros hermanos y siempre pensando en que la humildad nos proyecta a la resurrección, a la vida y al gozar por siempre de tus divinos favores! ¡Bendito seas, Padre maravilloso! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+