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¡NO HE DE MORIR! ¡HE DE VIVIR PARA PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR!” (Salmo 118: 17).

¡NO HE DE MORIR! ¡HE DE VIVIR PARA PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR!” (Salmo 118: 17).

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¡NO HE DE MORIR! ¡HE DE VIVIR PARA PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR!” (Salmo 118: 17).

Padre Santísimo: ¡Te saludamos con gozo, con amor y con esperanza!

Dos amigos me han hablado con mucha tristeza y me han hecho saber que, según el diagnóstico médico, se encuentran en la fase final y, hasta les cuesta organizar todos sus asuntos personales, porque han perdido el aliento, las fuerzas los abandonan, sienten que la muerte los asecha, perciben que no están preparados para la vida eterna.

Ante esta imagen tan dolorosa, nos presentamos ante Ti, oh Padre Amado, porque queremos interceder por ellos, debido a que LOS AMIGOS NOS AMAMOS, SOMOS SOLIDARIOS EN LAS ALEGRÍAS, EN EL ÉXITO Y HASTA EN LAS TRISTEZAS Y QUEBRANTOS; NOS DEFENDEMOS RECÍPROCAMENTE Y EN ESTOS MOMENTOS EN QUE EL FINAL PARECE INMINENTE, ACUDIMOS A TI, PARA ENCONTRARNOS CON LA VIDA, LA ENERGÍA Y LA ESPERANZA QUE PONE EN MOVIMIENTO NUESTRA FE Y ENCONTRAMOS EN TI MISERICORDIA. ¡SÍ, SEÑOR Y PADRE! -¿CÓMO VAS A PERMITIR QUE ESAS MONTAÑAS DE ESTAS ENFERMEDADES NO SEAN REMOVIDAS? – NUESTRA FE PROCLAMA CON TODO EL PODER QUE TU AMADO HIJO NOS HA CONCEDIDO: “¡NO HEMOS DE MORIR! ¡VIVIREMOS PARA PREGONAR TUS OBRAS MARAVILLOSAS!” ¡¡NUESTRO MUNDO RECLAMA TU MANIFESTACIÓN OMNIPOTENTE!!

Ante Ti, oh Padre Bendito, nosotros Tus hijos, haciendo uso del poder que Tu propio Hijo Amado nos confirió, declaramos UNA GUERRA ANTE ESTE FLAGELO ATORMENTADOR Y ASESINO Y, EN EL NOMBRE DE TU HIJO AMADO, NUESTRO SALVADOR JESUCRISTO, ¡TODA FUERZA ENEMIGA DE NUESTRA SALUD, DE NUESTRA PAZ Y DE NUESTRO BIENESTAR, ¡LE ORDENAMOS SALGA DE ELLOS!

Así mismo, EN EL NOMBRE DE CRISTO, NUESTRO REDENTOR, ARROJAMOS DE ESTOS AMIGOS ESAS ENFERMEDADES, ¡PORQUE NUESTRO PODER EN CRISTO ES INDISCUTIBLE E INCUESTIONABLE! Estamos seguros de que, en breve, estaremos celebrando con acciones de gracias este acontecimiento para gloria de Cristo, para Tu honra, oh Padre y para agradecer la acción maravillosa del Espíritu Vivificador.

Padre Santísimo: ¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡Tal parece que el estar contigo es entrar en la misma eternidad! Pero lo más importante son los resultados, porque, Tú nos escuchas, nos bendices, nos apruebas y Te complaces, porque estás viendo que lo que hacemos es para honrar a Tu Hijo Divino, para poner en ejecución sus enseñanzas y para hacer que SU NOMBRE BENDITO se manifieste con todo su poder, su esplendor y su gloria. Lo hacemos para demostrar a todo mundo que para los que SOMOS PORTADORES DE ÉL, “TODO LO PODEMOS Y NO HAY NADA IMPOSIBLE, PORQUE, ¡CRISTO ES NUESTRA FORTALEZA!

Gracias, Padre Maravilloso, muchas gracias, porque sabemos y esperamos que, NUESTROS AMIGOS Y HERMANOS DEL ALMA, ¡SANARÁN! ¡NO MORIRÁN! PORQUE JUNTOS PROCLAMAREMOS: “¡El Señor es nuestra fuerza y nuestra canción! ¡Él es nuestra salvación! Gritos de júbilo y salvación resuenan en las casas de los justos: ¡La diestra del Señor hace proezas! ¡La diestra del Señor es exaltada! ¡La diestra del Señor hace proezas! ¡NO HEMOS DE MORIR! ¡HEMOS DE VIVIR PARA PROCLAMAR LAS OBRAS DEL SEÑOR!” AMÉN. AMÉN, AMÉN.

P. Cosme Andrade Sánchez+


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