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Oración para salir del conformismo y la apatía.

Oración para salir del conformismo y la apatía.

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Padre Santísimo: ¡Muy radiante despertar tengas en la inmensidad de tu gloria!

“¡LIBEREMOS EL INMENSO PODER QUE DIOS YA PUSO EN NOSOTROS!”

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Padre Santísimo: ¡Muy radiante despertar tengas en la inmensidad de tu gloria!

Hoy hemos amanecido en tu presencia pensando en todo ese acerbo de aptitudes congénitas o innatas, que tú nos diste, oración para salir del conformismo, por el medioambiente en que tú nos hemos colocaste, que tal vez, ¡no fue el mejor!, pero que por el simple hecho de estar con vida hasta el presente.

Nos lleva a pensar que hemos salido de tus manos divinas superdotados, pero si no los hemos desarrollado y multiplicado en forma óptima se debe a nuestro terrible conformismo, a nuestra apatía, a nuestro desinterés.

A nuestra poca ambición y, especialmente, a no haberte conocido ni a ti ni a tu hijo amado. ¡Qué tarde te conocimos! Pero ¡qué hermoso y sensacional ha sido este encuentro contigo! ¡Más vale tarde que nunca!

Padre Santísimo: El haberte conocido, el haber iniciado una amistad tan profunda, realmente tiene muy poco a que la comenzamos.

Ese glorioso despertar nos ha llevado a experimentar una nueva atmósfera donde la sabiduría, el amor y el poder han hecho su aparición y están a nuestra disposición.

¡Oremos al señor! Oración para salir del conformismo y la apatía.

¡Qué pena sentimos por ese encuentro tardío contigo, Padre Santísimo! Sin embargo, nos sentimos muy, pero muy contentos porque ahora hemos conjuntado lo innato y lo adquirido a tu gran amor, a tu sabiduría y a tu inmenso e increíble poder.

¡Con ello estamos potenciando de manera descomunal todos los dones, aptitudes y talentos depositados en nuestro interior! Ahora que te conocemos, es el mismo poder de tu hijo amado, el que nos hace ver, sentir, gozar y arrebatar lo que antes estaba tan inaccesible.

Ahora a esta edad y con el peso de los años estamos despertando a este amanecer tan lleno de sorpresas. ¡Cómo nos hubiera gustado que esta etapa gloriosa se hubiera dado en la flor de nuestra juventud!

Hoy a todo esto que tú pones a nuestra disposición, lo enriquecemos con nuestra fe y lo adornamos con nuestra actitud llena de entusiasmo. Hoy queremos, hoy tenemos mejores expectativas sobre los excelentes desenlaces que esperamos, porque ya no somos los seres del ayer.

Estamos a la expectativa de que todo depende de nuestras actitudes ante aquello que estamos esperando, porque estamos imbuidos de una fe que mueve montañas, derriba murallas y tiende puentes.

No vamos a ver qué nos depara el destino, sino que vamos a provocar que se mejore de manera extraordinaria para transformarlo y para demostrarte que haremos todo lo que antes nos era imposible, pero que con la certeza de que Cristo, tu hijo amado vive en nosotros, nuestra mente ya no es débil ni impotente como en el ayer.

Oración para salir del conformismo

¡Todo lo podemos en Cristo, porque pensamos como él piensa; obramos como él, ¡moviéndonos inspirados en él! Si en nuestra infancia no se nos dio la dosis precisa y necesaria del amor de nuestros progenitores, hoy lo suplimos con tu inmenso amor y declaramos confesando con una voz potente:

¡Gracias, Padre Santísimo, ¡por habernos dotado de tantas cualidades! ¡Gracias por el amor con el que tú nos estás amando y supliendo todo cuanto nos faltó en los primeros años de vida!

¡Te agradecemos porque tú nos has hecho seres maravillosos, extraordinarios, altamente capaces de emprender el vuelo de las águilas y dejar de ser polluelos débiles, impotentes, tímidos y presas de los depredadores!

¡Proclamamos lo contento y lo feliz que estamos por haber salido de tus manos divinas, porque somos una edición especial! ¡Somos una serie de seres humanos combinados con ese aliento divino que nos hace únicos en todo el universo!

Padre Santísimo: hoy venimos a darte gracias porque estamos inmensamente felices tal como tú decidiste hacernos y tal como destinaste que fuera nuestro entorno familiar y social.

Donde desde temprana edad tuvimos que combinar el estudio con el trabajo bastante rudo, pero que fue el que nos preparó para ser lo que hoy somos y lo que ya comenzamos a ser: ¡Tus hijos, tus amigos y tus favoritos!

Padre Santísimo: ¡Gracias, mil veces gracias, por todo cuanto de ti hemos recibido y por todo lo que ya estamos disfrutando! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+

 

 


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