Papa besa el tatuaje de un sobreviviente del Holocausto
El Papa besa el tatuaje de una sobreviviente del Holocausto, esto ocurrió el día de ayer Miércoles 25 de mayo. La sobreviviente es una mujer de 81 años , la cual vivió la segunda guerra durante su infancia. Dicho tatuaje se trata del número que tenía en el antebrazo cuando llegó al campo de concentración.
La sobreviviente de Auschwitz, Lidia Maksymowicz, es una ciudadana polaca. La cual fue deportada a Auschwitz desde su Bielorrusia a la edad de 3 años. Ella le mostró al Papa el número tatuado en su brazo por los nazis. Motivo por el cual el Papa se inclina y besa el tatuaje.
Maksymowicz, narro a Vatican News que no intercambió palabras con el Papa. Pero se entienderon con una mirada.
Lidia Maksymowicz ha participado en eventos patrocinados por Sant’Egidio. Destinados a educar a los jóvenes sobre el Holocausto. Pasó tres años en el área infantil del campamento, y fue sometida a experimentos de Josef Mengele. Conocido como el “Ángel de la Muerte”. Cuando el campo fue liberado, fue acogida por una familia polaca. Gracias a que sus tatuajes tenían números consecutivos, se pudo reencontró con su madre a los 18 años.
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¿Qué es el tatuaje que besó el Papa?
Durante el Holocausto, a todos los prisioneros de los campos de concentración se los tatuaba en el mismo patrón. Que era el campo de concentración de Auschwitz, formado por Auschwitz I (campo principal), Auschwitz II (Auschwitz-Birkenau) y Auschwitz III (Monowitz y los subcampos). A los prisioneros que llegaban se les asignaba un número de serie del campo, que se cosía a sus uniformes. Solo se daba un número de serie a los prisioneros seleccionados para trabajar; a los que eran enviados directamente a las cámaras de gas, no se los registraba ni se los tatuaba.
Al principio, a los prisioneros que iban a ser ejecutados, les marcaban el número de serie del campo con tinta indeleble en la parte del uniforme. Cuando los prisioneros eran ejecutados o morían de alguna otra manera, se les quitaba la ropa con el número de serie.
Dada la tasa de mortalidad en el campo, era imposible identificar los cuerpos después de que se les quitaba la ropa. A fin de identificar los cadáveres de los prisioneros registrados, las autoridades iniciaron la práctica del tatuaje.
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