Clausurada Mega granja porcícola de Santa María Chí bajo la lupa ambiental


Por La Chispa
La Profepa impuso una clausura total temporal a la granja porcícola de Santa María Chí, que opera la empresa Pecuaria Peninsular, ubicada en el municipio de Mérida, por descargar aguas residuales sin contar con el permiso de descarga correspondiente.
Este hecho marca un precedente en la vigilancia ambiental en Yucatán, donde la sociedad exige cada vez con más fuerza que las industrias respeten las normativas ambientales para proteger la salud y los recursos naturales de las comunidades.

Clausura por violar Ley de Aguas Nacionales y normativas ambientales
La empresa no presentó el permiso adecuado
Además de la clausura, se solicitó a la empresa presentar su Permiso de Descarga de Aguas Residuales vigente, emitido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para verter en forma permanente o intermitente aguas residuales, tal y como lo establecen la Ley de Aguas Nacionales y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
Según la Profepa, la empresa exhibió un permiso de descarga a nombre de otra razón social, lo cual representa una irregularidad grave.
Clausurada Mega granja porcícola de Santa María Chí: infracción grave con implicaciones ambientales
Qué dice la ley y cómo incumplió la empresa
La Ley de Aguas Nacionales estipula claramente en los artículos 88 y 88 Bis fracción I que cualquier persona o empresa que realice descargas de aguas residuales debe contar con el permiso de la Conagua. Esta condición no se cumplió en el caso de Pecuaria Peninsular.
La clausura impide crecimiento de la mega granja porcícola
No podrán aumentar el número de animales en la instalación
Con la clausura de la granja de cerdos Pecuaria Peninsular, ubicada en la comunidad de Santa María Chí, la empresa no podrá incrementar el número de ejemplares que reporte en existencia, lo que representa un golpe a su operación.
Riesgos para la salud y el medio ambiente por operación sin control
Declaraciones de Profepa y consecuencias de la contaminación
“La operación de esta mega granja sin permiso de descarga de aguas infringe la ley y representa una amenaza permanente de contaminación para el suelo, cuerpos de agua, la atmósfera y una amenaza para la salud humana de la comunidad que colinda con esta instalación”, afirmó la procuradora Mariana Boy Tamborrell.
La Profepa continuará verificando la forma en que operan este tipo de empresas y tomará medidas para garantizar que cumplan la ley y no pongan en riesgo el medio ambiente y la salud de las comunidades vecinas.
Clausurada Mega granja porcícola de Santa María Chí: ¿Qué sigue ahora?
La clausura no es el final del proceso. La empresa deberá cumplir con los requisitos legales y presentar documentación válida para poder reanudar sus operaciones. Mientras tanto, se intensificará la vigilancia sobre otras granjas industriales en Yucatán que operen en condiciones similares.
La comunidad local y organizaciones ambientales han expresado su respaldo a la medida, argumentando que es urgente frenar la contaminación del manto acuífero y el deterioro del ecosistema, especialmente en un estado tan vulnerable como Yucatán. Fuente: Yucatán Ahora