Impune contaminación de CFE con CO2; urge tomar medidas; la quema de combustible mata
Por Ariel Velázquez
CDMX: Impune contaminación de CFE, y avanza la contaminación con el dióxido de carbono (CO2); uno de los gases más contaminantes a nivel medioambiental que existen. Actualmente, una gran parte de las actividades humanas emiten elevadas cantidades de dióxido de carbono y con el cada vez mayor desarrollo económico y social, está cifra irá en aumento.
Por eso, es necesario tomar medidas globales para luchar contra estas emisiones; he allí una de las causas fuertes del impacto ambiental a defender las ONG por el interés de la salud y la vida humana; y no estar enfrascados en intereses que no son sus objetivos; pero también se entiende por qué no son sus banderas; tal vez allí no logran sus metas lucrativas y no reciben financiamiento para “enfrentar y desprestigiar esos blancos de mortal contaminación.
Se sabe que las principales causas del aumento de las emisiones de CO2 son las actividades humanas; y cada vez son mayores los requerimientos en energía, que se producen fundamentalmente por el uso de los combustibles fósiles, que producen importantes emisiones.
Aunque existen diversas actividades que producen dióxido de carbono, la gran mayoría de las emisiones de dióxido de carbono se generan debido al modo en que producimos y usamos la energía.
Con la contaminación por CO2, el ser humano rompe el equilibrio. La quema de combustibles fósiles para obtener energía, los procesos industriales, la quema de residuos. Al aumentar su presencia en la atmósfera se está produciendo un calentamiento global, más conocido como cambio climático, que genera olas de calor e inundaciones.
Por eso los expertos, especialistas y autoridades que realizan estudios de esta grave situación, se cuestionan que las ONGs brillan por su ausencia ante el avance de la contaminación por el “dióxido de carbono” y la producción de energía; a sabiendas que México quema combustibles fósiles –y genera gases de efecto invernadero– para generar la mayor parte de la energía eléctrica que consumimos. Una realidad de la producción energética: la mayor parte de la electricidad que se genera tiene una fuente ‘sucia’. Es dependiente de procesos de combustión, impacta en el ambiente y genera partículas que afectan nuestra salud y provocan muertes humanas y de la flora y la fauna.
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La quema de combustible mata
Según un estudio publicado en la revista científica Environmental Research, la contaminación causada por las energías fósiles fue responsable de 8.7 millones de muertes prematuras en el mundo en 2018, lo que representa un 20% de todos los fallecimientos de adultos.
Los científicos analizaron la mortalidad asociada con las partículas PM2.5 generadas por la quema de combustibles fósiles, especialmente el carbón, la gasolina y el diésel, relacionadas con padecimientos y muertes prematuras.
“Se habla a menudo del peligro de la combustión de energías fósiles en el contexto de emisiones de CO2 y del cambio climático. Pero no se tienen en cuenta los impactos sanitarios potenciales”, señaló Joel Schwartz, coautor del estudio, según la agencia AFP.
Revela el centro de análisis México Evalúa en documento publicado, en el que subrayó que, entre todas las actividades productivas, la generación de electricidad ocupa el primer lugar en emisiones de CO2 en el país, con 32%.
El organismo evaluó la responsabilidad corporativa de la CFE a través del análisis de la operación de la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, la tercera planta industrial que más emite CO2 en el país, lo cual provoca serios impactos en la salud y vida de la población.
La evaluación contempló las emisiones de gases de efecto invernadero, calidad del aire y gestión del agua, tanto para la central termoeléctrica como para la CFE en general.
Impune contaminación de CFE por emisiones de CO2
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es responsable de 17% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en México, es decir, casi uno de cada cinco gases de efecto invernadero de este tipo, aseguró el estudio: La responsabilidad corporativa de CFE a prueba: Los impactos ambientales y sociales de la central termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, en Tula, Hidalgo.
“Uno de los aspectos más preocupantes en la operación de la CFE es el incremento en el uso de combustóleo —un residuo de la refinación altamente contaminante— para la generación de energía, el cual fue la tercera fuente de la empresa en 2021. Su uso aumentó 8% frente a la generación de 2020, de acuerdo con el informe anual de la CFE. A pesar de esta preocupación, no existe un reporte histórico del uso de combustóleo publicado por la empresa, y menos relacionado con la actividad de la central de Tula”, advierte el estudio.
Explicó que la central termoeléctrica de Tula “es una de las plantas industriales más contaminantes del país, con impactos severos en la salud y la calidad de vida de la población”, aunque la información pública disponible no permite conocer estos impactos con exactitud.
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México Evalúa consideró “que en general, la empresa eléctrica carece de una política de responsabilidad corporativa robusta y bien estructurada, por medio de la cual pueda cumplir con sus objetivos de sostenibilidad”.
“El impacto de la CFE es suficientemente significativo como para que esta empresa no cuente con una estrategia consolidada e implementada para operar con sustentabilidad y aminorar sus impactos ambientales y sociales”, señaló Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de Regulación y Competencia Económica de la organización.
Citó que, en 2019, la comisión generó 29% del total de emisiones de CO2 del sector eléctrico, y 17% del total de emisiones del país, de acuerdo con su propio Plan de Negocios 2022-2026.
El estudio destacó una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, que podría explicarse por la entrada de fuentes renovables de energía y la sustitución de centrales térmicas con carbón o combustóleo por las de ciclo combinado con gas natural, en los últimos 10 años.
La evaluación contempló las emisiones de gases de efecto invernadero, calidad del aire y gestión del agua, tanto para la central termoeléctrica como para la CFE en general, a la luz de los estándares ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés).
México Evalúa considera que “en general la empresa eléctrica estatal carece de una política de responsabilidad corporativa robusta y bien estructurada, por medio de la cual pueda cumplir con sus objetivos de sostenibilidad”.
Cada día CFE prevé mayor contaminación; se advierte que la política energética de la presente administración va en sentido contrario a esta tendencia: para 2024, la CFE prevé que la generación de las carboeléctricas aumente 45%, que los ciclos combinados lo hagan en 120%, las centrales de combustión interna en 559% y las de turbogas en 248%.
“Uno de los aspectos más preocupantes en la operación de la CFE es el incremento en el uso de combustóleo —un residuo de la refinación altamente contaminante— para la generación de energía, el cual fue la tercera fuente de energía de la empresa en 2021.
Destaca también que la CFE es el principal consumidor de combustóleo vendido por Pemex, considerado uno de los derivados del petróleo más contaminantes.
La Contaminación de la CFE rebasa las normas. El Centro de Energías Renovables y Calidad Ambiental (CERCA), obtuvo a través solicitudes de información, toda la información de las propias casetas de monitoreo de Comisión Federal de Electricidad (CFE), las cuales son tres y está ubicadas en diferentes puntos de la CDMX, qué aunque no están colocadas en la zona urbana, están ubicadas donde hay población, mientras que la más céntrica está en 5 de mayo e Independencia.
Han confirmado que CFE rebasa los límites permisibles desde el 2008 al 2015 con unas mínimas excepciones, mientras que desde 2016 y hasta 2018 en ninguna estación en ningún año cumple con las normas, y además, incurren en violación de norma al no medir todo el tiempo, “duran hasta tres meses sin medir, y además superan los límites permisibles de este contaminante, partículas PM10”, señala Jaqueline Valenzuela, directora de CERCA.
Los encargados de regular e inspeccionar son principalmente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ya que forma parte de sus atribuciones, pero de igual manera la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); mientras que la CFE, al ser una empresa particular, su prioridad no está en atender estas cifras, debido a que su función solo se centra en generar electricidad.
Imparable contaminación de CFE en Yucatán
Yucatán es uno de los estados donde también es imparable la contaminación de CFE; hace unas semanas, sacaron 27 medidores en cenote de Yucatán. Por tercera vez que limpian el cenote Chen Há en Kopomá, Yucatán, donde es constante el hallazgo de medidores; alertan de amenaza a la vida silvestre tras hallazgo de peces muertos y cadáveres y cráneos de cocodrilos.
En el cenote Chen Há de Kopomá, Yucatán, fueron localizados 27 medidores de electricidad durante las labores de saneamiento a cargo del grupo Expedición Grosjean; es la tercera vez que limpian este lugar. En años anteriores en este cenote se han encontrado una gran cantidad de medidores de la CFE, lo que contamina el agua y el suelo de los alrededores.
Ante esto Sergio Grosjean, presidente de Expedición Grosjean, denunció que la situación es crítica y que las autoridades municipales y estatales han hecho caso omiso a sus advertencias con respecto a la situación en que se encuentran muchos de los cenotes del estado.
El peligro que representan estos medidores radica en los materiales altamente contaminantes de los que están hechos, tales como bromo, plomo, cobre y aluminio.
El primer año que se realizó este saneamiento sacaron 117 medidores, el segundo 94 y ahora fueron 27, por lo que hacen un llamado a los diferentes niveles de autoridad para solucionar este problema.
Por su parte La Asociación Mexicana de Energía Renovable y Medio Ambiente (Amerma); lamenta el continuo uso de combustibles fósiles para generar electricidad en la Península de Yucatán, específicamente en la Termoeléctrica Valladolid III.
“Está ampliamente comprobado que generan contaminación, que a su vez es la principal causa de la emergencia climática a la que la humanidad se enfrenta. Adicionalmente, para invertir en nueva capacidad de generación eléctrica, no existe hoy tecnología más competitiva que las renovables, especialmente solar y eólica”, advierte Raúl Asís Monforte González, presidente de la agrupación.
Para el especialista, uno de los temas prioritarios que debe atender la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son los llamados “picos de alta demanda”, que ocurren a mediados de año. La CFE ha manifestado que cuenta con la capacidad instalada suficiente para satisfacer tal demanda de energía eléctrica para Yucatán.
Las plantas de la CFE son viejas, contaminantes y caras; promedian 33 años de antigüedad y resultan casi tres veces más caras que la energía de las empresas privadas.
CFE obtiene cerca del 80% de su electricidad a través de productores independientes y con sus propias centrales.
El parque de generación que opera la CFE tiene una antigüedad promedio de 33 años y cerca de 42% de su capacidad genera energía con altos costos y combustibles perjudiciales al medioambiente. La renovación de la eléctrica nacional, que dirige Manuel Bartlett, requiere inversiones de 9,000 millones de dólares, dicen expertos del sector.
“Al ser caras, estamos tirando dinero a la atmosfera y, además, al ser contaminantes mandamos más CO2 (dióxido de carbono)”, explicó Armando Llamas, catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, durante una conferencia virtual organizada por la Comisión de Energía del Congreso de Tamaulipas.
Las centrales con tecnologías termoeléctricas, carboelétrica y turbogas se encuentran en este grupo con un costo de generación alto e ineficiente, que además se agrava por la antigüedad, dijo Llamas. Esta infraestructura genera 34 unidades de energía por cada 100 unidades de combustible que producen, frente a las centrales de ciclo combinado, que funcionan a partir de la quema de gas natural, y que promedian el 55%.
Las centrales termoeléctricas convencionales, que funcionan con combustóleo, presentan el segundo mayor costo unitario por cada megawatt-hora (MWh) inyectado a la red entre las centrales de CFE, con 2,009 pesos por MWh, y las de turbogas el tercero, con 1,855 pesos por MWh, según cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) mostradas por Francisco Salazar, excomisionado presidente de este órgano.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Gutiérrez, llamó a los gobiernos a reducir el uso del carbón en la generación de electricidad y “cancelar todos los proyectos globales de carbón en trámite y poner fin a la adicción mortal al carbón”.
En 2015, se emitieron en México 705 millones 650 mil toneladas de gases de efecto invernadero, que contaminan el aire que respiramos, en 2011 se habían reportado 687 millones 139 mil.
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Esto, según los datos del Inventario Nacional Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero (INEGYCEI), elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
De acuerdo con Fabiola Ramírez, directora de Inventarios y Prospectivas de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero del instituto, las emisiones de estos gases han aumentado 65% en México de 1990 a 2017, aunque la tasa o velocidad de crecimiento se ha reducido en los últimos siete años.
La quema de combustible para la producción de energías representó 187 millones 328 mil toneladas de gases –principalmente CO2, CH4 y N2O– de los 705 millones 650 mil que se emitieron en ese año en el país. Esto es el 26.54%. 147 millones 816 mil toneladas fueron por generar electricidad y calor, el 20.94% del total.
11 millones 815 mil por la refinación de petróleo y 27 millones 696 mil por la manufactura de combustibles sólidos y “otras industrias de la energía”.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) indicó que en 2019 la generación de electricidad eléctrica fue responsable del 30.44% de sus emisiones de CO2, la segunda mayor fuente.
Emisiones de CO2 en el mundo; cifras de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) presentadas en la Sexta Comunicación Nacional de Cambio Climático muestran que en 2015 en el mundo se generaron 32 mil 294 millones de toneladas solamente de CO2 por las actividades del uso energético del combustible. En este rubro, el país que más emitió el gas fue China, con 9 mil 84 millones de toneladas, lo que representó un 28.13% del total.
Le siguió Estados Unidos, con 4 mil 998 millones toneladas de CO2 –15.48%– y la Unión Europea, con 3 mil 201 millones de toneladas –9.91%–.
A comparación, México emitió 446 millones de toneladas por la quema de combustible relacionadas con el uso energético, lo que representó 1.38% de las emisiones mundiales, detalla el reporte.
Los diez primeros emisores de CO2 en el mundo por esta actividad son China, Estados Unidos, Unión Europea, India, Rusia, Japón, Corea, Irán, Canadá y Arabia Saudita, que representaron el 74.86% de las emisiones en el mundo.
El efecto invernadero es un proceso natural que involucra a la radiación solar y los gases presentes en la atmósfera, el cual permite que exista la vida tal como la conocemos en el planeta –sin él, la temperatura de la Tierra sería inferior–.
Sin embargo, las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación han intensificado este efecto, al incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el ozono (O3).
El portal de la Unión Europea señala que entre las repercusiones por el aumento de la temperatura está el deshielo, aumento del nivel del mar, condiciones meteorológicas extremas, aumento de las precipitaciones, regiones con más olas de calor, más secas, con incendios y sequías, incrementos de muertes por temperaturas, cambios en la distribución de enfermedades transmitidas por el agua, además de pérdidas de especies de animales y plantas.
Ante esta crisis, 191 países que firmaron el Acuerdo de París se comprometieron a emprender esfuerzos para combatir el cambio climático, manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los +2 ºC respecto a la era preindustrial y de ser posible a +1.5 ºC, además de mejorar su capacidad de adaptarse a sus efectos.
En el documento presentado por México, uno de estos países, se estableció el compromiso de reducir 22% de sus emisiones de gases de efecto invernadero y 51% de carbono negro para 2030, el cual podría aumentar hasta 36% y 70%, respectivamente, si se cuenta con recursos externos.
“En lugar de ver cómo ir sustituyendo los fósiles con energías limpias, pone una gran cantidad grande de trabas con la intención de que CFE siga quemando combustóleo. ¿Por qué lo sigue haciendo? Porque son las plantas que tienen, que se quedaron desde el siglo pasado.
“Se habla a menudo del peligro de la combustión de energías fósiles en el contexto de emisiones de CO2 y del cambio climático. Pero no se tienen en cuenta los impactos sanitarios potenciales”, señaló Joel Schwartz, coautor del estudio, según la agencia AFP.
Un reporte de la Secretaría de Energía (Sender) detalla que durante los primeros diez meses del 2020 el 75% de la energía disponible en el país fue producida en centrales con quema de combustibles fósiles.