La marcha del 8M en Mérida así se vivió: un testimonio de fuerza y unidad


Por La Chispa
En el marco del Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres de Mérida se unieron en la marcha del 8M, una manifestación que dejó huella en la ciudad.
El evento comenzó en el Parque de la Mejorada, donde las manifestantes se reunieron y comenzaron a pintar sus carteles, con poderosas frases como: “Vivas nos queremos” y “Mujer, esta es tu lucha”.
La marcha del 8M se vivió con una energía imparable que buscaba alzar la voz contra las múltiples desigualdades que las mujeres enfrentan.

Un llamado por justicia y equidad
Las principales demandas de las manifestantes eran claras y contundentes: acceso a la justicia, una vida libre de violencia, la eliminación de las brechas de género en los derechos laborales y el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
Además, las participantes recibieron indicaciones específicas para el cuidado de su seguridad, con personal de primeros auxilios identificado con pañuelos rojos y amarillos en cada contingente, para asegurar el bienestar de todas.
Un contingente diverso en la marcha del 8M en Mérida
El contingente estaba compuesto por diversas organizaciones como por Red de Acompañamiento Yucatán, Te Acompaño Amora, Frente para la Sororidad Yucatán, Agentes de Cambio Yucatán, Mujeres Independientes Organizadas y Frente por los Derechos de las Mujeres.

Estas agrupaciones se unieron en el llamado por justicia e igualdad, y velaron por la seguridad de todos los participantes, creando un ambiente organizado y seguro para que cada mujer pudiera manifestarse con libertad.
El orden de la marcha fue cuidadosamente planificado: primero salió la batucada, luego las madres con sus hijos y personas con discapacidad, seguido por las mujeres sordas y oyentes, las familias receptoras de violencia feminicida, personas trans y trabajadoras sexuales, y finalmente, las mujeres, colectivos feministas.
Madres de familia, padres, jovenes, niñas, niños, abuelas, amigos, novios y mascotas un gran nutrido grupo, unidos por la lucha de las mujeres.
A lo largo de su recorrido, la marcha fue un claro ejemplo de solidaridad y lucha compartida, con miles de voces que resonaron por las calles de Mérida.
La marcha del 8M en Mérida así se vivió en el Corredor Gastronómico
A las 5:00 pm partió del parque de la Mejorada, los contingentes llegaron al Corredor Gastronómico, donde realizaron una Marcha en Silencio, exigiendo la defensa del territorio y combatiendo la gentrificación en Yucatán.
Este momento, cargado de emoción, dejó a muchos participantes con la piel erizada. El silencio era profundo, con la sensación de unidad y de lucha palpable en cada paso.
En este punto, los turistas que se encontraban en el lugar no pudieron evitar grabar la magnitud de la manifestación.
Al llegar al remate del Paseo de Montejo, algunas mujeres se unieron a la marcha para dirigirse a la Plaza Principal.
Pero, al pasar por la iglesia de la Tercera Orden, una boda estaba a punto de celebrarse, y las manifestantes comenzaron a gritar “¡Cuidala, cuidala!” al novio, mostrando cómo cada evento se convirtió en un momento de protesta y sororidad.
Tensión y represión: La policía y el bloqueo en el Palacio de Gobierno
En el transcurso de la marcha, a la altura de la calle 60, cerca del Teatro Daniel Ayala, el contingente se detuvo abruptamente cuando se encontraron con vallas metálicas y un fuerte despliegue policial.
La voz principal de la marcha comentó con indignación que era la primera vez en Mérida que se cerraba el paso de esta manera.
El ambiente se tensó rápidamente. Las mujeres comenzaron a golpear las vallas y a pintar consignas en ellas.
Los gritos en contra de los gobiernos local y estatal resonaron con fuerza. Entre las frases de protesta, se escucharon acusaciones dirigida a las autoridades locales.
Ante este escenario, el contingente decidió dar la vuelta y continuar por la calle 62, buscando su entrada a la Plaza Principal, que se encontraba fuertemente blindada, especialmente el Palacio de Gobierno.
Se dividio el grupo unas estaban en el Palacio tratando de tirar la valla, la cual lo lograron y otras estaba en el asta bandera en microfono abierto.
El enfrentamiento con las fuerzas de seguridad
La situación se intensificó cuando las mujeres, utilizando martillos y pinzas, intentaron derribar las cadenas que mantenían unidas las vallas.
Fue en ese momento cuando la policía dispersó a las manifestantes con chorros de agua y gas pimienta.
La reacción de las participantes no se hizo esperar: muchas de ellas continuaron con las consignas y quemaron objetos, como una muestra más de enojo y protesta.
A pesar de la represión, las mujeres se mantuvieron firmes en su lucha, exigiendo justicia y visibilidad para todas las víctimas de violencia, ya fuera doméstica, económica, psicológica, laboral o física.
Un mensaje claro y firme
A lo largo de la jornada, se habló de la participación de entre 8,000 y 10,000 personas, quienes marcharon unidas contra la violencia de género.
Fue un día de desobediencia, pero también de unidad y resistencia, donde las mujeres de Mérida mostraron su firme convicción por la igualdad y la justicia.
El comunicado del Gobierno del Estado
En respuesta a los hechos ocurridos, el Gobierno del Estado de Yucatán emitió un comunicado en el que reiteró su respeto al derecho a la libre expresión y la manifestación, asegurando su compromiso con la seguridad de las participantes.
El comunicado también destacó el esfuerzo por mantener la protesta sin incidentes mayores, aunque lamentó los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
De igual manera, el Ayuntamiento de Mérida compartió un mensaje similar, subrayando su apoyo al derecho de las mujeres a manifestarse. Sin embargo, los enfrentamientos de esa tarde dejaron una huella significativa en la memoria colectiva de la ciudad.
La marcha del 8M en Mérida así se vivió como un momento clave en la lucha feminista. A pesar de las tensiones, la represión y las dificultades, las mujeres de Yucatán lograron unirse para alzar su voz contra la violencia y exigir un futuro más justo y equitativo para todas.
Sin duda, este evento marcará un antes y un después en las protestas por los derechos de las mujeres en la región, y también quedará marcado en la historia la gran asistencia de personas concentradas para un solo objetivo, la lucha de las mujeres yucatecas.
Ver a niñas y niños marchando con carteles que decían ‘Quiero que mi mami regrese a casa’, junto a madres que siguen buscando a sus hijas, fue un poderoso recordatorio de la lucha continua.
Otros carteles compartían mensajes de esperanza, como ‘Mi madre me enseñó a creer que era normal, pero yo defenderé a mis hijos, les creeré y educaré para que respeten a las mujeres y tengan sororidad’, fueron muchos carteles con historias grabadas de angustía y dolor.
La marcha del 8M estuvo llena de pancartas, historias conmovedoras y un grito de justicia que resonó en cada paso.