ORACIÓN “¡DIOS NOS HA PREDESTINADO PARA SER FAVORECIDOS EN TODO!”
¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
“¡DIOS NOS HA PREDESTINADO PARA SER FAVORECIDOS EN TODO!”. Padre Santísimo: ¡Te saludamos en este frío despertar! Ya nos encontramos ante Ti, quienes nos aferramos a Tu Divina Palabra, porque somos los predestinados desde que Tú nos creaste para gozar de Tu favor en todos los días de nuestra vida.
El mismo frío matinal nos hace sentir ¡cuánto nos amas y cuánto nos favoreces! El mismo Espíritu Santo nos declara y nos confirma: “Porque solo un instante dura su enojo, ¡pero toda una vida su bondad!
Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.” (Salmo 30:5). ¿Qué provocamos Tu enojo? ¡Siempre lo hemos hecho! ¡Pero para eso enviaste a Tu Hijo Amado!
Él ya sabe cómo es nuestra naturaleza, lo experimentó en carne propia y es por ello que nos comprende dándonos Su gracia como una adicionada naturaleza divina,
porque Él sabe cuánto nos cuesta vencer los entuertos de esta vida. Además, Padre Bendito, Él vino para tomar nuestra naturaleza humana, aunque sin el pecado, pero con la misión de revestirnos del divino poder, porque somos favorecidos por Ti.
DIOS NOS HA PREDESTINADO PARA SER FAVORECIDOS EN TODO
Esta divina condición es la que nos mantiene “simultáneamente como pecadores, pero justificados por la Sangre del Cordero de Dios, quien perdona el pecado de este mundo, nos hace aceptos a Ti, dignos de recibir de Tu gran bondad esos favores propios de quienes somos Tus hijos.
Ante este inmerecido favor divino, Padre Santísimo, venimos a suplicar que apartes de nosotros toda maldición, especialmente cuando vemos nuestro historial,
donde por desgracia, muchos de los nuestros se han divorciado y la constante es que continúa ese ambiente que propicia la ruptura del vínculo matrimonial.
También queremos desterrar de nuestra familia esa maldición de la ausencia de prosperidad, de la armonía familiar y de todo aquello que nos impide ser exitosos y poseedores de Tu gran sabiduría.
Sabemos que, solo un instante dura Tu enojo, ¡pero toda una vida Tu bondad! Si por la noche hemos llorado, ahora desde esta mañana saltaremos de alegría ante Tu indescriptible riqueza y ante Tus grandes favores.
¡Gracias, muchas gracias, Padre Santísimo!
¡Qué tremenda verdad que nos favorece de manera extraordinaria! Fue Tu Hijo Amado quien nos hizo partícipes de esta bendita y celestial herencia e inmerecida predestinación.
“¡En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados!” (Efesios 1:11). Esa es la razón poderosa por la que reclamamos nos bendigas para que, en el Nombre de Cristo,
desechemos de nuestra existencia y de todo nuestro ámbito familiar ese espíritu maligno que tanto nos ha perjudicado, trayendo a nuestros hogares desunión y falta de una sana prosperidad.
Hoy nos declaramos Tus favorecidos y Tus predestinados a gozar de una extraordinaria fortaleza que nos conduzca a destacar como seres superdotados, maravillosos, iluminados, sabios, rectos,
justos y ejemplo ante los demás. ¡No queremos ser orgullosos ni prepotentes, sino que anhelamos vivir para que vean en nosotros lo que eres capaz de hacer a nuestro favor, apartándonos de todo el peso del ayer para gozar de la gloria inmerecida que nos da Tu gracia!
Padre Bendito: Te agradecemos por habernos elegido desde el vientre de nuestra madre y porque desde allí, nos predestinaste a ser Tus hijos que gocemos de todo,
seamos bienaventurados y siempre encontremos gracia como Noé, Tu elegido ¡Bendito seas, maravilloso Dios de nuestros padres, ¡por habernos favorecido de manera descomunal! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+