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ORACIÓN “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55: 9).

ORACIÓN “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55: 9).

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ORACIÓN “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55: 9).

Padre Santísimo: ¡Que esta fría aurora sea tan maravillosa como Tu misma presencia divina!

¡Qué hermoso despertar cuando sabemos que Tú, Padre Santísimo, nos dices al corazón que nos inspiremos, ¡que nos elevemos a las alturas de Tu inmensa gloria! Desde Tu elevado Trono proclamas con el fragor de Tu voz, ¡lo elevado de Tus caminos y pensamientos!

Padre Santísimo: ante esta solemne proclama que Tú haces en la magnificencia de Tu gloria, nuestros corazones llenos de un gozo inenarrable, solo comprendemos que, de ahora en adelante, vamos a nivelar nuestros pensamientos con nuestros sentimientos.

Así como pensamos así debemos sentir, palpar, experimentar y expresar lo maravilloso de nuestro ser espiritual. No realizaremos nada sensacional sin unificar nuestro espíritu con nuestra alma y hasta con nuestro cuerpo.

¡No podemos ni siquiera disfrutar lo más preciado que a diario recibimos de Ti! ¡No podemos ser esos seres de luz en extremo brillantes, radiantes de paz, de salud, de energía, de amor, de esperanza y de poder inaudito!

Mis caminos y mis pensamientos son más altos

¡No podemos ni siquiera mostrar con el poder de nuestra presencia el tesoro tan excelso que llevamos en nuestro corazón que invade todo nuestro ser e invita a todos los que anhelan acercarse a lo divino si no la manifestamos en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar!

Padre Santísimo: el ser humano manifiesta plenamente con su forma de vivir, de hablar y de actuar cuál es su pensamiento.

¡La mayoría de nosotros los humanos expresamos pobreza y necesidad extrema! ¡Qué pena nos da el ver que las mayorías somos personas que tenemos una fe conceptual y nada vivencial!

Se nos olvida lo elevado de Tus pensamientos que sobre nosotros tienes y los caminos tan excelsos que nos has diseñado para que transitemos seguros a la plenitud de la felicidad.

¡Cuánta necedad manifestamos con nuestra manera de actuar! El Espíritu Santo nos habla de Ti y Tu forma de pensar sobre nosotros: “Porque yo conozco los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11).

Padre Santísimo: Te agradecemos porque siempre aprendemos algo para darle sabor a nuestra vida y para hacer de nuestra existencia un acontecimiento digno de pasar a la historia.

Tú nos has puesto en este mundo para que, a pesar de vivir en continua lucha, nuestra existencia recobra ese toque espiritual que nos hace diferentes,

pero con un presente excelente, de bienestar, sin calamidades y un futuro increíble, promisorio y eterno. ¿Qué más podemos desear ante lo elevado de Tus pensamientos,

de Tus deseos y de Tus promesas con presente y con futuro? ¿No alcanzamos a dimensionar, a valorar y a hacer realidad, todo el gran potencial presente y futuro que ya pusiste en nuestras manos para hacer que nuestro gozo interior se exteriorice y dejemos de ser los cristianitos sufridos, desvalidos e impotentes?

Padre Santísimo: muy agradecidos de estar estos minutos contigo, nos retiramos a manifestar a todo mundo con esa paz del corazón,

con esa potencia del espíritu, con esa lozanía del alma, con esa esbeltez del cuerpo y con la potencia de nuestros labios esta invitación para que vengan, prueben y comprueben lo maravilloso de vivir en Tu presencia.

Para que nuestros hermanos y amigos sepan que Tú, solo tienes planes de bienestar y no de calamidad con un presente que está enlazado con el futuro de la eternidad bienaventurada. Padre Santísimo: ¡Bendito seas desde ahora y para siempre! Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+


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