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Oración: ¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

Oración: ¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

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Oración: ¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!

No son tiempos fáciles los que en estos momentos nos toca vivir; no estamos en tiempos de paz; no estamos en un país libre y soberano; no estamos en situaciones de abundancia; no nos encontramos con un planeta tranquilo, sino convulsionado y violento. Tenemos a muchísimos hermanos y amigos que se encuentran navegando en un ambiente extremadamente difícil y lleno de incertidumbres. Pero, finalmente, nos convencemos de que estos tiempos como todos los momentos históricos son de lucha hasta nuestro último suspiro.

Este mundo pasa y nos hace ver que después de la presente batalla que libramos, viene la luz, el encuentro contigo y la corona bien ganada para una vida eterna y bienaventurada. Es cierto que también nos permites respirar la paz y el bienestar, porque quienes Te tenemos como nuestro Pastor, aunque estemos en estos momentos en el más oscuro valle de sombras de muerte, Tu bondad nos perseguirá todos los días hasta el final de nuestra historia personal, en la esperanza firme de que terminaremos en Tus moradas para siempre.

Hoy, al ver cada embestida del enemigo, nos refugiamos en Ti, cual segura muralla de protección. Te encomendamos encarecidamente que NO ABANDONES A NINGUNO DE NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS, especialmente a todos los que en estos momentos sufren el efecto catastrófico de los ciclones, de los terremotos, de los tsunamis, del desequilibrio económico, de la crisis política, social y hasta religiosa.

Llamamos a la clemencia de Tu corazón: ¡No Te alejes, Padre Santísimo, nuestra única fortaleza, nuestro único protector y nuestra única esperanza! Por favor, ¡libra de tantos peligros mortales a nuestros hermanitos del estado de Guerrero, a los que sufren las devastaciones de los terremotos, a los que están resistiendo en medio del fuego de las armas en Israel, Palestina, Rusia y Ucrania y a todos los que peregrinan en medio del peligro huyendo de sus países por la maldad, la injusticia e ineptitud de sus gobernantes!

Nosotros, de manera incansable anunciaremos las grandezas y el poder del Nombre de Tu Hijo Amado, a fin de que sorteen tantos peligros, se vean libres de tanta maldad y arriben a tierras más benditas, más seguras y más prósperas.

También intercedemos por todos los que padecen los embates de su economía familiar, para que pronto fijes en ellos Tu mirada clemente y les des inteligencia para superar esos momentos aciagos, que tanto los asfixian. Te suplicamos no Te olvides de quienes están postrados en sus lechos por causa de las enfermedades, porque en Ti creen, en Ti esperan y en Ti confían. Te encomendamos veas a tantos jóvenes que ya están en edad productiva y no encuentran oportunidades, para que ilumines su inteligencia y sean capaces de ser creativos, prósperos y benditos.

Padre Santísimo: ante tanta ingratitud de muchos, ante tanta negligencia, ante tanto desaliento y ante tanta maldad, crueldad e injusticia, quienes nos encontramos en este momento en circunstancias extremas, solo Te suplicamos nos mantengas librando esta lucha con la frente en alto, en la certeza de que, aunque estamos en medio de lo más crudo y en el mismo ojo del huracán, Tu Hijo Amado no nos abandona.

¡Muy agradecidos y muy a pesar de todo el mal y de toda la desgracia que nos rodea, vamos a gozar de este nuevo y esplendoroso amanecer, con el entusiasmo de quienes están llenos de Tu gracia y de quienes podemos enfrentarnos con valentía en la certeza de la victoria!

Padre Santísimo: Con Tus abundantes bendiciones nos lanzamos a proseguir la lucha, ¡Porque es nuestra la victoria!

Amén.


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