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ORACIÓN pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán

ORACIÓN pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán

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¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD! Pon en manos del Señor todas tus obras. Padre Santísimo: ¡Bendito seas en este grandioso amanecer! ¿Quién no se siente seguro, capaz, decidido, audaz y entusiasta para emprender una aventura de gran relevancia y gozarla día con día y momento a momento. Sabiendo de ante mano que todo lo podemos llevar a feliz término, porque Tú siempre estás al pendiente de todo lo nuestro? Quién de nosotros, Tus amigos, no obstante, a nuestras debilidades y limitaciones al visualizar aquello que ya tenemos en mente, sin reparar en la edad, en los achaques y en las mil dificultades. Acudimos a Ti para que nos des la estatura y la mente de Tu Amado Hijo, ¿no recibamos Tu apoyo incondicional? Cuando Tú, Padre Santísimo, estás en primer lugar, Tu divino poder nos concede la estatura de los gigantes, el alma de los seres de luz, el cuerpo de los atletas, el espíritu de Tus elegidos y la fortaleza de los invencible y preclaros valientes. ¡Qué alegría nos causa el tenerte a Ti en todo nuestro proyecto, verte actuando a nuestro favor en los momentos más cruciales, contemplar Tu mano invencible y a Tus ángeles actuar en nuestra defensa! Padre Santísimo, esto nos habla con gran hermosura de lo bello, lo extraordinario, lo sobrenatural y lo espiritual obrando en su máxima capacidad para hacer de nuestros ideales TODO UN EVENTO ÚNICO. Que nos dimensiona en la atmósfera del poder de Tu gracia omnipotente. Esto nos demuestra el poder de la fe que ve el futuro y lo hace presente y vivo. Esto nos hace gozar del gran tesoro que se esconde a los simples mortales y se nos revela a quienes Tú, has elegido para demostrar a la misma juventud, que el espíritu que vive en comunión con el Espíritu Santo. Se traslada al mismo cielo y obtiene de él una riqueza inexplicable, pero disponible para esos espíritus que, cual águilas, dejan de ser gallinas y ven lo que los demás ¡jamás verán! Gozan como nadie y se les revelan secretos que los hacen inmensamente dichosos. Padre Santísimo: Tenerte a Ti, contar con Tu amistad, no acomplejarnos de nuestra humana imperfección, no sentirnos poca cosa ante Tu majestad divina, trascender lo material, tener y no tener, abundar y saber dar, ¡es lo más hermoso que anhelamos! Vivimos en la consciencia de poner todo en Tus manos divinas, así como nos lo aconseja El Espíritu Santo: “Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” (Proverbios 16:3). ¡Qué sabiduría destila el Espíritu Santo que nos aconseja en estos momentos: “¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella! Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” (Salmo 1:1-3). La insensatez no admite medias tintas y nada tiene en común con la Sabiduría divina. Es por ello que, todo ser que anhela llevar a feliz término todos sus ideales, ¡jamás hace amistad ni pide opinión a los malvados, ni se mezcla con los blasfemos! Sino que se complace en SER FIEL A LA LEY DIVINA DEL AMOR QUE, ¡TODO LO PUEDE, TODO LO REVELA, TODO LO ESCLARECE, TODO LO POSIBILITA, TODO LO REJUVENECE, TODO LO VIVIFICA, ¡TODO LO ALCANZA Y TODO LO PROSPERA! Muchas gracias por estos momentos de gloria que en Tu presencia gozamos y salimos bien dispuestos a ser congruentes con la vivencia que en ti experimentamos. Padre Bendito: Te bendecimos con un corazón alegre, jovial, robusto y muy capaz de ser hasta motivo de inspiración para propios y extraños, porque nuestro deseo es el Tuyo, nuestra esperanza es la misma que Tú tienes y nuestro amor es la expresión del Tuyo. Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+

¡OREMOS AL SEÑOR! ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Pon en manos del Señor todas tus obras. Padre Santísimo: ¡Bendito seas en este grandioso amanecer!
¿Quién no se siente seguro, capaz, decidido, audaz y entusiasta para emprender una aventura de gran relevancia y gozarla día con día y momento a momento.

Sabiendo de ante mano que todo lo podemos llevar a feliz término, porque tú siempre estás al pendiente de todo lo nuestro? Quién de nosotros, tus amigos, no obstante, a nuestras debilidades y limitaciones al visualizar aquello que ya tenemos en mente, sin reparar en la edad, en los achaques y en las mil dificultades.

Acudimos a ti para que nos des la estatura y la mente de tu Amado Hijo, ¿no recibamos tu apoyo incondicional?

Cuando tú, Padre Santísimo, estás en primer lugar, tu divino poder nos concede la estatura de los gigantes, el alma de los seres de luz, el cuerpo de los atletas, el espíritu de tus elegidos y la fortaleza de los invencible y preclaros valientes.

¡Qué alegría nos causa el tenerte a ti en todo nuestro proyecto, verte actuando a nuestro favor en los momentos más cruciales, contemplar tu mano invencible y a tus ángeles actuar en nuestra defensa!

Padre Santísimo, esto nos habla con gran hermosura de lo bello, lo extraordinario, lo sobrenatural y lo espiritual obrando en su máxima capacidad para hacer de nuestros ideales TODO UN EVENTO ÚNICO.

Que nos dimensiona en la atmósfera del poder de tu gracia omnipotente. Esto nos demuestra el poder de la fe que ve el futuro y lo hace presente y vivo.

Esto nos hace gozar del gran tesoro que se esconde a los simples mortales y se nos revela a quienes tú, has elegido para demostrar a la misma juventud, que el espíritu que vive en comunión con el Espíritu Santo.

Se traslada al mismo cielo y obtiene de él una riqueza inexplicable, pero disponible para esos espíritus que, cual águilas, dejan de ser gallinas y ven lo que los demás ¡jamás verán! Gozan como nadie y se les revelan secretos que los hacen inmensamente dichosos.

Padre Santísimo: tenerte a ti, contar con tu amistad, no acomplejarnos de nuestra humana imperfección, no sentirnos poca cosa ante tu majestad divina, trascender lo material, tener y no tener, abundar y saber dar, ¡es lo más hermoso que anhelamos!

Vivimos en la consciencia de poner todo en tus manos divinas, así como nos lo aconseja El Espíritu Santo: “pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.” (Proverbios 16:3).
¡Qué sabiduría destila el Espíritu Santo que nos aconseja en estos momentos:

“¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella!

Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” (Salmo 1:1-3).
La insensatez no admite medias tintas y nada tiene en común con la Sabiduría divina.

Es por ello que, todo ser que anhela llevar a feliz término todos sus ideales, ¡jamás hace amistad ni pide opinión a los malvados, ni se mezcla con los blasfemos!

Sino que se complace en SER FIEL A LA LEY DIVINA DEL AMOR QUE, ¡TODO LO PUEDE, TODO LO REVELA, TODO LO ESCLARECE, TODO LO POSIBILITA, TODO LO REJUVENECE, TODO LO VIVIFICA, ¡TODO LO ALCANZA Y TODO LO PROSPERA!

Muchas gracias por estos momentos de gloria que en tu presencia gozamos y salimos bien dispuestos a ser congruentes con la vivencia que en ti experimentamos.

Padre Bendito: Te bendecimos con un corazón alegre, jovial, robusto y muy capaz de ser hasta motivo de inspiración para propios y extraños, porque nuestro deseo es el tuyo, nuestra esperanza es la misma que tú tienes y nuestro amor es la expresión del tuyo. Amén. P. Cosme Andrade Sánchez+


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