El triste y desolador homenaje a Don Víctor Cervera Pacheco

Por Alejandro López Munguía

El triste y desolado homenaje a Víctor Cervera Pacheco.

El día de hoy se conmemora un aniversario luctuoso más del ex Gobernador de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco. El ambiente es de tristeza, desolación y desesperanza, toda vez que el PRI está a punto de desaparecer de la superficie política y electoral en la entidad y en todo el país.

Muy atrás va quedando la era del famoso político, uno a uno han ido falleciendo los que fueron protagonistas de aquella etapa del PRI, donde todo era esperanza, ilusión y fuerza política. Las malas decisiones, las peleas internas, el hartazgo social ante la desvergonzada corrupción de sus gobernantes y camarillas dieron al traste con aquel legado de victorias tanto ideológicas como políticas y sobre todo, electorales.

Que Gaspar Quintal encabece el homenaje, debe ser algo traumático para la memoria de Cervera Pacheco. Y es que, Gaspar no lo representa. Cervera Pacheco no habría votado a favor de un gobierno de derecha, mucho menos se habría aliado a un gobierno de tal ideología.

El PRI de hoy no está a la altura de Don Víctor, podría decir cualquier “cerverista” que lo conoció, lo acompañó, lo obedeció, lo idolatró y lo defendió durante toda su plenitud, que empezó desde los años 60’s. A principios de los 70’s como presidente municipal de Mérida, ya apuntaba hacia la gubernatura del estado.

En 1984, el hombre asumió la gubernatura de forma interina, con el favor del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, impulsado por el liderazgo que ya venía ejerciendo desde la Confederación Nacional Campesina, aquella poderosa organización afiliada al PRI, que podía proponer a cuanto Gobernador se le antojara. Eran los tiempos en donde el corporativismo era una realidad.

Durante el sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari, de 1988 a 1994, el poderoso político yucateco ejerció el cargo de Secretario de la Reforma Agraria y desde ese espacio de poder, amplió su influencia política. En 1995, el Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León respaldó su candidatura al gobierno del estado.

Don Víctor era sinónimo de poder político, no por nada sus enemigos le temían. A él se le atribuyen las caídas de dos Gobernadores: el General, Graciliano Alpuche Pinzón y Víctor Manzanilla Shaffer.

En los años 90’s, Yucatán era territorio Cervera. “No se movía una sola hoja del árbol si el señor Gobernador no lo disponía”. Sus simpatizantes lo adoraban. No había maniobra política que él llevara a cabo que no le respaldaran a ciegas.

La oposición, encabezada por políticos muy valerosos como Ana Rosa Payán Cervera, Luis Correa Mena, Patricio Patrón, así como por el periódico Diario de Yucatán y la Coparmex, protestó airadamente por los 10 años que llevaba en la gubernatura, cuatro como interino y seis como constitucional.

En esa lucha estaban cuando se originó el grave problema del “desacato a la federación”, que consistía resumidamente en un enfrentamiento entre dos gobiernos, el que encabezaba Don Víctor y el del nuevo Presidente de México, el panista Vicente Fox. Estaba en puerta las elecciones del 2001, en las que se votaría por un nuevo Gobernador del estado.

Según esto, Don Víctor envió al Congreso del Estado una propuesta de ciudadanos para integrar el nuevo Consejo del Instituto Electoral del Estado, pero el PRD promovió una queja institucional, respaldada por el PAN, argumentando que esos ciudadanos eran “incondicionales del Gobernador”. El asunto llegó hasta el TRIFE, quien ordenó al Congreso del Estado reponer el proceso. La mayoría integrada por legisladores del PRI se negó, obviamente obedeciendo la línea de Don Víctor, quien desde palacio de gobierno tenía en mente un plan político.

El Congreso dominado por diputados priístas elevó el conflicto y apoyados por el CDE del PRI, se movilizaron para impedir que las fuerzas del orden federal cumplieran con la orden del TRIFE.

Fueron meses en los que el estado vivió en “desacato a la federación” y en el que hubo confrontación con la propia Presidencia de México. Dos testigos y protagonistas de ese episodio son Vicente Fox y Santiago Creel Miranda, actual aspirante a la candidatura por la presidencia del Frente Amplio por México integrado por el PRI, el PAN y el PRD.

Al final, el TRIFE insaculó un Consejo “independiente”. Yucatán tuvo entonces dos Consejos Electorales.

El argumento de los priístas y del propio Gobernador Cervera, era que el TRIFE estaba violando la autonomía del Poder Legislativo del Estado de Yucatán. Los de enfrente afirmaban que estaba en desacato.

La historia tiene muchos ángulos, pero el problema fue real. Ese era Don Víctor, el político que era capaz de crear un conflicto y luego arreglarlo. En esa elección, la del 2001, el PRI perdió la gubernatura. La teoría nuestra es que el Gobernador ideó todo un conflicto para luego entregar el poder sin problema y sin riesgo alguno.

Esos años de lucha, de fuerza política, se extinguieron. Ya no hay más Víctor Cervera, y ni sus fanáticos seguidores son capaces de emularlo. Solo lo recuerdan cada 18 de agosto, pero olvidan sus grandes batallas.

Cervera Pacheco no se merece un homenaje a manos de un PRI fracasado, perdedor, ideológicamente enterrado por la corrupción, el saqueo, el enriquecimiento ilícito, la impunidad, la falta de talento y el repudio de la inmensa mayoría de la población.