Gracias a Dios que Juan Soto no es yucateco
El Nómada
En Yucatán se habla de beisbol. Los Leones nos marcan la pauta. Si ellos van bien, nosotros también, pero si ellos van mal, nosotros vamos por el camino de la amargura. Pero a pesar de ello, hay otros temas que son más importantes que el beisbol, aunque eso nos duela. Especialmente luego de la pandemia del coronavirus.
Aunque tenemos problemas de pobreza, de hambre y otros males, tanto la clase alta como la baja hablan de los Leones y por qué no, también de los Dodgers de Los Ángeles y de las Grandes Ligas. Pues en las mayores, el dominicano Juan Soto, quien juega con los Nacionales de Washington, rechazó una oferta de 440 millones de dólares por jugar 15 años con los capitalinos del país vecino.
Ahora bien, qué astronauta, médico, científico, abogado, periodista, economista o cualquier otro que pudiera tener un impacto en la sociedad podría devengar un sueldo que le genere 440 millones dólares en 15 años. Es decir, dos sexenios y un trienio.
En Yucatán, aunque hay un ritmo acelerado de generación de empleos y de inversiones nacionales e internacionales, también hay un número importante de personas con carencia alimentaria, que ni siquiera el Banco de Alimentos puede dar una cobertura que alcance al menos a un 20 por ciento de este grupo que come sólo una vez al día. Pues, gracias a Dios que Juan Soto no es yucateco, por que rechazar 440 millones de dólares con tantas deficiencias en tu tierra, podría resultar algo desagradable.
Dándole un voto de confianza, ni siquiera es culpa del toletero, pero en oportunidades, el mundo se torna difícil de comprender y no se entiende porque un pelotero merece recibir ese sueldo, o Messi, o Cristiano, cuando los intereses del planeta podrían estar orientados a mejores fines como la hambruna, las enfermedades o el cambio climático. Por ejemplo, en España, hay más de 500 muertos por la ola de calor, pero los jonrones que salen del bate de Soto son más espectaculares que los grados del termómetro.
El propio Soto deleitó a los fanáticos del diamante al coronarse como el rey del Derby de Cuadrangulares que se disputó en el Dodgers Stadium, la casa de Fernando Valenzuela, quien por cierto, el martes lanzó la primera pelota en el Juego de las Estrellas. El público saltó, gritó, gozó con cada bambinazo del dominicano. Pero luego de dos horas, se publicó una foto del Dodgers Stadium desolado y el mundo con sus problemas siguió adelante.
El ejemplo de Juan Soto puede ser llevado al mundo ajeno al deporte. En México, el Tren Maya fue considerado como un tema de seguridad nacional en un país en el que suben los crímenes dolosos, los feminicidios y el poder del narcotráfico.
440 millones de dólares, qué tanto se podría hacer en Yucatán con ese dinero.