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La guerra de palabras con Estados Unidos

La guerra de palabras con Estados Unidos

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La guerra de palabras con Estados Unidos
Por: Vladimir Galeana Solórzano

Tengo la impresión de que el cerebro de Andres Manuel López Obrador es infinito. Y claro que muchos científicos han señalado que los humanos no hemos desarrollado ni siquiera la décima parte de las posibilidades cerebrales, porque hay quienes han señalado que podríamos llegar a movernos de un lado a otro sin necesidad de utilizar medios de transporte porque lo haríamos a través de la mente. Francamente desconozco si este tipo de aseveraciones tenga la posibilidad de alcanzarse, pero por lo pronto si alguien vive en la fantasía es el Presidente de la Republica.

Pero tampoco tengo la certeza de que López Obrador sea el mejor ejemplo del surrealismo cuatroteista, porque de acuerdo a las descripciones de André Bretón, el surrealismo ha sido un movimiento artístico y literario que exploró el mundo de los sueños y el subconsciente a través de la creación del arte visual, y la poesía. El surrealismo desarrolló técnicas de creación libre cuya principal finalidad es la liberación de, ser humano de represiones personales y sociales. Este movimiento vanguardista surgió en 1924 tras la publicación del Manifiesto Surrealista de André Bretón.

Su principal característica de desprende del psicoanálisis que procuraba la representación del subconsciente en el arte por medio de la imaginación y el automatismo. Pero también habrá que señalar que cada autor lo vivía y lo asumía a su manera, lo que degeneró en dos formas de arte surrealista: una automática, espontánea y fluida, con universos figurativos propios, pero también hay quienes señalan que impacto en el mundo de los sueños y el inconsciente. Para decirlo más claro, tiene como objetivo revelar los secretos de las profundidades del mundo irracional.

En Palabras de Breton en su manifiesto de 1924, el surrealismo es un puro automatismo psíquico por el cual se intenta expresar, verbalmente o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento en ausencia de cualquier control ejercido por la razón al margen de toda preocupación estética o moral. Pareciera que esta descripción es algo que los mexicanos debiéramos intentar entender para así tener la posibilidad de desentrañar el comportamiento de quien por ahora conduce los destinos de este país.

La primera característica que ha sido resaltada por los especialistas del fenómeno político y algunos del estudio de la psique, es la inmensa capacidad de Andres Manuel López Obrador para mentir, lo que hasta ahora ha sido su sello personal, ya que diversas empresas han escudriñado sus disertaciones y lo sorprendente es que durante su mandato y en sus conferencias mañaneras ha vertido más de cien mil mentiras en lo que lleva de su ejercicio como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

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Y ahora le dio por enfrascarse en un inútil debate con Estados Unidos, a pesar de que corre el peligro de que una vez que termine su encargo al frente del país pueda procesado por diversos delitos que le han imputado en las cortes norteamericanas. De nada le sirve la guerra de palabras con uno de los países más poderosos del mundo, y cuyas leyes no tienen la laxitud que observamos en nuestro sistema de justicia. En lo personal creo que El Presidente de la República ha exagerado, y el gobierno de Estados Unidos pudiera incriminarlo, porque motivos tiene en suficiencia con su permisibilidad para que los carteles de la droga hagan un papalote de las leyes mexicanas. Al tiempo. [email protected]

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.

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