“No es quién lo haga es quien lo diga”
El Nómada
En ocasiones los que se dedican a la política ven a la comunicación como un mal necesario y por tener esa visión, no toman con seriedad la importancia de, no solo tener sino proyectar una buena comunicación.
En ocasiones sufro de un mal que también padece un afamado paisano llamado Ozzie Guillén, al no controlar la «incontinencia verbal». En reiterados ataques de ese defecto, he contado la anécdota de un ex alcalde de Caracas, Aristóbulo Istúriz, quien compró mil quinientos botes de basura para colocarlos en una importante avenida de la capital venezolana. Su equipo de trabajo colocó los primeros mil pero se toparon con la frontera del municipio colindante que se llama «Chacao». Para ese entonces Chacao era gobernado por la Miss Universo de 1981, Irene Sáez.
Istúriz dio la orden que esos quinientos botes restantes se los regalaran a la «Güera» refiriéndose a la alcaldesa Sáez. Al día siguiente salió en la prensa venezolana «Irene Sáez coloca 500 nuevos botes de basura en Chacao».
En este sentido, el gobernador del estado, Mauricio Vila Dosal, ha sido un político habilidoso en tener una comunicación efectiva para adjudicarse varios triunfos. Utilizando un término beisbolístico, muchas de esas victorias de Vila Dosal han sido con «carreras sucias» que son esas que se producen luego de un error pero que igual cuentan en la pizarra.
Por ejemplo, vamos al grano. Si hubo un político en Yucatán que supo capitalizar por encima de los otros responsables, la llegada y posterior distribución de las vacunas fue el jefe del ejecutivo yucateco. Incluso, esto fue reconocido por el propio senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
La responsabilidad de las jornadas de vacunación era del Gobierno Federal y el representante del presidente Andrés Manuel López Obrador es Joaquín Díaz Mena. Sin embargo, el aspirante por tercera ocasión de la gubernatura no pudo capitalizar ese tema a su favor, ya que Vila Dosal pudo posicionarse en cada centro de vacunación.
Antes del inicio del ciclo escolar 2022-2023, el propio Huacho aprovechó la Feria del Regreso a Clases de la Profeco, que se llevó a cabo en la sede de la CANACO, para anunciar el programa «La Escuela es Nuestra», el cual consiste en que el Gobierno Federal le otorga un recurso económico a los padres de los estudiantes, para que estos decidan cómo se va a invertir para la reparación de las escuelas de sus hijos.
Pues, desde el pasado viernes Vila Dosal está recorriendo diversas escuelas de Mérida para aclarar que «La Escuela es Nuestra» es una acción conjunta entre el Gobierno Federal y el estatal, además de que está disponible para los padres de los alumnos. Asimismo, ha anunciado que lo que no se pueda reparar por este programa, será completado por el Gobierno del Estado. Como el domo para la escuela estatal Bernabé Argáez Milanés de Chuburná de Hidalgo o los transformadores de la Vicente Guerrero en la 42 sur, frente al IMSS.
Para equilibrar la balanza, también es justo reconocer que el Gobierno Federal ha sido más efectivo anunciando sus dádivas al pueblo a través de los Programas Federales, que lo que significa la llegada de inversiones para Yucatán.
Los programas federales son dinero a cambio de nada, las inversiones lo que te prometen es trabajo, no beca. En este sentido, el Gobierno no ha colocado en la opinión pública que un trabajo representa la llave para abrir la puerta del anhelado progreso y que luego de dos años de ese nuevo trabajo, hasta puedes optar a una casa a través del Infonavit.