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El fantástico “Jacarandoso” se despide del carnaval de Mérida

El fantástico “Jacarandoso” se despide del carnaval de Mérida

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El fantástico “Jacarandoso” se despide del carnaval de Mérida

Esta tarde se dio a conocer el fallecimiento de Marcelo SANGUINETTI Briceño, conocido como “Jacarandoso”, quien fuera Rey de carnaval Mérida en 1980 y en el 2000

Destacado por sus vistosos trajes y sus numerosas comparsas, Marcelo Sanguinetti, estaba cerca de cumplir 41 años de trayectoria como personaje emblemático del Carnaval en Yucatán

Sus comparsas sobrepasaban las 400 personas, y fue un maestro de danza folclórica muy apreciado.

Su participación en el Carnaval de Mérida no se limitó a su reinado de 1980, sino que se convirtió en un verdadero ícono año tras año, durante décadas, con nutridas y coloridas comparsas que eran de las más esperadas por el público asistent

Su sobrina Karen Sanguinetti, fue una de las primeras personas en participar el deceso de “Jacarandoso”

Como cada año, “Jacarandoso” se une al Carnaval CON SU ALEGRÍA en los paseos del Carnaval de Mérida. El año pasado festejó 40 años de su coronación como rey de las carnestolendas en 1980, en el que dio a conocer el personaje con el que se ha ganado el cariño del público

Su última historia narrada

Cuando se habla del Carnaval de Mérida, de inmediato viene a la mente la imagen de Jacarandoso, sin duda un ícono de estos festejos, que en amena plática con Punto Medio invitó a los lectores a hacer un viaje a través del tiempo para conocer los orígenes de su personaje

Marcelo Sanguinetti Briceño recordó que desde niño sentía mucha atracción por el Carnaval. Los paseos en aquel entonces se realizaban a lo largo de la calle 59, saliendo desde el Parque de la Paz. –Mi familia acostumbraba acomodarse en la banqueta de una imprenta que era de un padrino y desde allí veíamos el desfile, en el que no había comparsas, pero si muchas calesas y carros alegóricos–comentó.

Unos años después, llegó la oportunidad de participar por primera vez en una comparsa y fue en la del popular “Pompidú”, (José Vinadé Abud), que había sido rey feo en 1974, y que buscaba jóvenes para integrarlos a su grupo.

-Salí dos veces con él y al tercer año, me decidí a participar en el concurso de comparsas que se hacía para elegir al Rey Feo, y reuní a mis hermanos, primos y vecinos de la calle 77 de aquí de San Sebastián y resultó que ganamos– recordó el entrevistado, quien “shokeado” por el triunfo, cuando le preguntaron cuál sería el nombre que llevaría como soberano no supo que responder.

-Yo pensé en “Tropicalísimo”; un amigo me sugirió “Guapachoso”, y alguien, dijo por allí “Jacarandoso”, y ese me gustó– indicó don Marcelo, que rememoró que fue el Mambo Número 8 el ritmo que le dio el gane en el certamen, que se llevó a cabo en la Cámara de Comercio.

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Con el tiempo, Jacarandoso se hizo famoso por tener las comparsas más numerosas, llegando a contabilizar hasta a 500 personas, que lucían vestuarios espectaculares con espalderas y penachos fastuosos, al estilo Brasil. Pero no siempre fue así, en sus inicios, para costear los trajes de los participantes, cada año le pedía autorización al padre de la Parroquia de San Sebastián para organizar una kermés con la que recaudaba los fondos.

-Los integrantes me daban ingredientes para hacer panuchos y la ganancia de lo que vendíamos era para el vestuario. Había quienes apoyaban y otros que no tenían la posibilidad, era muy complicado, pero con mucho esfuerzo y sacrificio lo lográbamos–expresó orgulloso.

Y ya metidos en el tema de los vestuarios, Jacarandoso recordó que eran tantos los integrantes de su comparsa, que en una ocasión el sastre no pudo concluir a tiempo los trajes, y los jóvenes salieron de San Juan hacia Montejo solo con el pantalón.

-Les tuve que colocar una cinta para disimular que no tenían camisa, y fue hasta Santa Lucía donde nos alcanzó el sastre con lo que faltaba del vestuario– recordó entre risas Sanguinetti Briceño, quien recientemente vivió otra experiencia similar en el lunes regional cuando salió como vendedor de palomitas y éstas se le agotaron antes de tiempo. -Había que detenerse para hacer más, pero era imposible. Quemadas se las di a la pobre gente– dijo este personaje, que a lo largo de los años ha salido de vendedor de pepitas, de panadero, de chivero y hasta de político, y para esta edición del Carnaval, nos tiene preparado una sorpresa muy especia

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